Tras las elecciones del 1-M
¿Y cuándo dijo el PNV que ofrecería una coalición al PSE?
Lo que sí dijo Ibarretxe una y otra vez es que «el PSE no es de fiar» y que «donde ellos gobiernan hay más paro y más endeudamiento». Ahora les ofrecen «un Gobierno fuerte inmediatamente».
Iñaki IRIONDO
Día tras día, el PNV viene quejándose amargamente de que el PSE ha engañado a su electorado porque durante la campaña electoral ocultó que fuera a ir de la mano del PP para echar a Juan José Ibarretxe de Ajuria Enea. El argumento resulta flojo. El PSE basó toda su campaña en la idea del cambio y el desalojo del PNV del poder y, salvo algún ingenuo o despistado, todo el mundo sabía que esa alternancia era imposible sin el concurso del PP. Y para quien no se hubiera dado cuenta, ahí estuvo el PNV para repetirlo una y otra vez durante las semanas previas al 1 de marzo. Al PSOE y al PP se les podrá acusar de muchas cosas: la más importante, la de mantener encerrada a Euskal Herria en la alambrada constitucional española (¡qué frases aquellas de aquel Ibarretxe!) y también de ilegalizar a un sector de la ciudadanía para alterar el juego institucional. Pero no cabe decir que no hubieran enseñado sus cartas para estas elecciones desde hace tiempo.
Por contra, lo que hoy cabe preguntarse es cuándo dijo en campaña el PNV que su intención era ofrecer al PSE «un acuerdo en términos de acuerdo de coalición o pacto de legislatura para constituir el Gobierno Vasco», tal y como puede leerse textualmente en la «propuesta al PSE» que la delegación encabezada por Iñigo Urkullu entregó el jueves de la pasada semana a Jesús Eguiguren. Pueden repasarse mítines y entrevistas, y los jeltzales no pusieron en ningún momento esa variable encima de la mesa. Su mensaje fue machacar y machacar con que PSE y PP se aliarían contra el PNV y que, por tanto, había que sumar fuerzas para evitarlo. Cualquier pregunta sobre fórmulas de gobernabilidad era respondida con un «el día 2 hablaremos del gobierno», como dijo Juan José Ibarretxe a este diario. Pero hay algo más. Lo que sí viene repitiendo el PNV desde el Alderdi Eguna -e Ibarretxe con especial vehemencia- es que «los socialistas no son de fiar». Luego no sólo cabe señalar que el PNV ocultó al electorado que pensaba ofrecer un gobierno de coalición a otro partido, sino que además lo ha hecho a uno que, según sus propias palabras, no es de fiar y que, lo que es peor aún, «donde ellos gobiernan hay más paro y más endeudamiento en las empresas y las administraciones públicas» (Ibarretxe, en Eibar, el 21 de febrero).
Resulta difícil de entender que el PNV pretendiera coaligarse con alguien que dice que no es de fiar y cuya gestión conduce al desastre y que lo hiciera «por el bien de Euskadi», como intentan defender ahora. Más factible parece que lo que el PNV intenta es ver «si hay posibilidad de jugar» para que no les echen a la oposición, aunque ello implique ir de la mano sólo de quien no es de fiar ni sabe gestionar, sino que niega el derecho de Euskal Herria a decidir su futuro. ¿Se acuerdan de cuando Ibarretxe iba a ir a Estrasburgo a denunciar a José Luis Rodríguez Zapatero por conculcar derechos elementales de la ciudadanía vasca? Ahora resulta que lo que de verdad quería es pactar «un gobierno fuerte inmediatamente» con él. Y eso sí que no lo dijeron en campaña.