Los miércoles en la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV-EHU en el campus de Leioa son un hervidero de divulgación y conocimiento. Los estudiantes pueden escuchar una conferencia sobre la evolución de las especies, la corteza oceánica o sobre geometría. Uno de esos ciclos se titula «Ciencia en la actualidad» y dentro de él, el paleontólogo Xabier Pereda Suberbiola ha hablado sobre los dinosaurios, esos míticos animales que tanto nos atraen en la niñez y nos siguen cautivando cuando somos adultos. Realidad aderezada de fantasía.

«Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra...». ¿Qué le sugiere a un especialista esta frase tan recurrente?

Que fueron los vertebrados dominantes sobre la tierra firme durante el Mesozoico o Era Secundaria, en un intervalo de tiempo comprendido entre 230 y 65 millones de años. La frase «dominaron la Tierra» quiere decir que eran los principales componentes entre los vertebrados de los ecosistemas terrestres. No hay que olvidar que otros organismos, menos mediáticos que los dinosaurios, también «dominaban la Tierra», como bacterias, invertebrados...

Me da la impresión de que tenemos una idea no muy acertada sobre lo que fueron los dinosaurios. ¿Qué eran ?

Son un grupo natural de reptiles que tienen un antecesor común y comparten una serie de características anatómicas que permiten diferenciarlos de otros organismos. Los primeros dinosaurios aparecieron durante el Triásico Superior, hace aproximadamente 230 millones de años. Hoy en día se piensa que los antecesores de los dinosaurios eran pequeños reptiles arcosaurios bípedos. Aunque minoritarios en un primer momento, los dinosaurios se diversificaron rápidamente hace unos 225 millones de años y pasaron a ser el grupo de vertebrados dominante.

¿Y viven hoy descendientes de aquellos dinosaurios?

Sí, las aves son un grupo especializado de dinosaurios que han adquirido la capacidad de volar. Son los descendientes directos de los dinosaurios y, además, son en nuestros días el grupo de vertebrados más diverso en número de especies, unas 9.000.

¿Cuándo se descubren los primeros fósiles de dinosaurios?

No lo sabemos con certeza, pero está claro que se conocen desde tiempos inmemoriales. De hecho, diversas culturas humanas, desde los indios pies negros de Canadá hasta los artistas neolíticos de las estepas de Asia central, pasando por los bosquimanos o los amerindios de Brasil, han descubierto y se han interesado por los fósiles de dinosaurios en la antigüedad, aunque sin llegar a comprender su verdadero significado.

¿Y cuándo se publicaron las primeras descripciones de dinosaurios?

Hasta la década de 1820 no se publicaron las primeras descripciones de huesos fósiles de dinosaurios hechas desde una perspectiva moderna. El primer dinosaurio, que lleva por nombre Megalosaurus («gran lagarto»), se publicó en 1824, y el segundo, Iguanodon, en 1825.

Es de suponer que la historia de esos descubrimientos tendrá su lado apasionante...

Por supuesto, la historia de los descubrimientos de fósiles de dinosaurios cuenta con episodios memorables, como la labor pionera de los naturalistas victorianos, las primeras manifestaciones de la dinomanía a mitad del siglo XIX con motivo de la creación del parque de Crystal Palace en los suburbios de Londres, «la guerra de los huesos» entre paleontólogos norteamericanos rivales y que llevó a la publicación de un gran número de especies, las expediciones a lugares inexplorados como Asia Central, el expolio colonial de los grandes imperios europeos en África... Para quienes estén interesados en la historia de los descubrimientos e investigación de los dinosaurios yo les recomiendo el excelente libro «Cazadores de dragones» (Ariel, 2007), de José Luis Sanz, paleontólogo y una autoridad en materia de dinosaurios.

Si no me equivoco, «Scrotum humanum» fue el término con el que se bautizó al primer fósil de dinosaurio encontrado. Menudo nombrecito...

La ilustración más antigua conocida de un fósil, un fémur, de dinosaurio data de 1677. En esa época fue interpretado como un «resto petrificado de elefante o de gigante humano». En 1763, un naturalista llamado Richard Brookes describió este mismo fósil con el nombre Scrotum humanum, ¡por su supuesto parecido con unos genitales masculinos! Scrotum humanum ha llegado a ser propuesto como el primer nombre válido de un dinosaurio pero la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica lo descartó.

Por un lado está la historia de sus descubrimientos. Pero ¿cuál ha sido la evolución de las ideas sobre los dinosaurios?

Las primeras interpretaciones fueron de orden mitológico hasta que surgió el concepto de dinosaurio en la Inglaterra victoriana. En 1842, el anatomista inglés Richard Owen acuñó el término Dinosauria, que significa en griego «lagartos terriblemente grandes», para definir un linaje de grandes reptiles terrestres de porte mamiferoide. Durante muchas décadas prevaleció la idea que los dinosaurios eran seres torpes y estúpidos, monstruos inadaptados y condenados a extinguirse. La concepción imperante hoy en día es completamente diferente: muchos dinosaurios eran formas ágiles y veloces, al menos algunos de ellos estaban provistos de un metabolismo elevado, eran gregarios, activos cazadores o eficaces comedores de plantas, cuidaban de su prole, tenían complejos patrones de comportamiento...

Por cierto, dentro de la historia de la evolución de las especies, está también la propia evolución de las relaciones sexuales entre esas especies. Dadas las dimensiones de los dinosaurios, supongo que no les debió de ser nada fácil aparearse.

Imagínese dos Tyrannosaurus rex de 6 toneladas intentando aparearse (se cree que la hembra podía ser mayor que el macho). Además del peso, sus colas rígidas y poderosas no debían ayudar mucho a resolver el problema. La solución está en una de las salas del Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), en Colunga, donde se han montado los esqueletos de una pareja de T. rex en posición de cópula. Ahora imagínate lo mismo con una pareja de Brachiosaurus, cada uno de ellos de más de 25 metros de longitud y un peso de más de 40-50 toneladas. Las contorsiones para aparearse debían ser colosales, ¿no cree?

Han trascurrido unos 65 millones de años desde su extinción. ¿Por qué nos siguen atrayendo tanto, seamos niños o adultos?

Supongo que por varias razones. Una, quizá la más importante, es el gran tamaño que alcanzaron algunos dinosaurios: saurópodos como Argentinosaurus, cuya masa corporal sobrepasaba probablemente las 70 toneladas, o Brachiosaurus han sido los mayores animales que han vivido sobre la tierra firme. Los grandes dinosaurios carnívoros, como Giganotosaurus o Tyrannosaurus, superaban ampliamente en peso a los mayores elefantes. Todos esos gigantes se extinguieron hace tiempo, y sólo las aves, pequeños dinosaurios voladores, les sobrevivieron. Otro de los atractivos de los dinosaurios es su extraordinaria diversidad: los había grandes y pequeños, bípedos y cuadrúpedos, carnívoros y vegetarianos, algunos presentaban grandes placas y espinas en el cuerpo, otros tenían cuernos.

Pero en esa visión que tenemos los profanos hay que discernir entre el polvo y la paja.

Hay muchos mitos que giran en torno a los dinosaurios. Por citar únicamente unos pocos ejemplos, se ha dicho que desaparecieron porque eran seres estúpidos e inadaptados, algunos todavía piensan que el hombre prehistórico cazaba dinosaurios, se han interpretado como dragones... Hay que tener en cuenta que los dinosaurios están muy presentes en nuestra cultura popular y no se trata de un fenómeno reciente. Por ejemplo, el gran arraigo de los dinosaurios en Norteamérica data de la segunda mitad del siglo XIX cuando se realizaron importantes descubrimientos paleontológicos en EEUU.

¿Les queda a los paleontólogos aún mucho por desenterrar?

Sí, los paleontólogos Wang y Dodson han estimado que existieron unos 1.850 géneros de dinosaurios, de los que sólo se ha descrito el 30%. Si estas estimaciones son correctas, significa que los paleontólogos de dinosaurios tendremos trabajo ¡hasta al menos el siglo XXIII!