GARA > Idatzia > Kirolak > Mendia

IBILIZ IBILI | JOSU GRANJA

Pico del Carlista, una ruta sobre la montaña hueca

p047_f01_9410.jpg

La salida natural del valle de Carranza hacia Cantabria ha excavado un profundo desfiladero. Por él se cuelan el río, la carretera y el ferrocarril, como atrapados entre las vertientes del Mazo al Sur y el pico del Carlista al Norte. En especial llama la atención esta última cumbre desde el valle. Presenta una gran barrera kárstica de fuerte desnivel, que continúa hacia el Este con una serie de picones calizos y lapiaces de difícil tránsito. El conjunto suele denominarse como peñas de Ranero, e interiormente alberga la gran sala subterránea de la Torca del Carlista, que es, por superficie, la de mayores dimensiones de Europa. Puede decirse que toda la montaña está hueca. Aquí, al lado de casa, tenemos uno de los fenómenos de cavernamiento más importantes del mundo.

De Pozalagaua a Valseca

Comenzamos en el barrio de Ranero (390 m). Seguimos a pie la pequeña carretera unos 2 km hasta las antiguas canteras de Pozalagua (500 m 0,20 h). En este lugar se situaba una explotación de dolomía. Una voladura fortuita dejó al descubierto, en 1957, un boquete negro. Se penetró en él y se descubrió la famosa cueva de Pozalagua. Se comprobó con asombro la gran belleza de una sala interior, completamente repleta de estalactitas excéntricas. Un espectáculo digno de admirar. La cueva está acondicionada para la visita turística y la cantera ha sido rehabilitada con mucho acierto, labrando en la roca viva un impresionante escenario natural que ha sido inaugurado en el verano de 2008.

Nuestra ruta se dirige al edificio que sirve de recepción de visitantes a la cueva. Justo antes del mismo comienza una senda balizada que al principio sube bastante fuerte. Pasamos una puerta metálica y seguimos hacia arriba, dominando la parte superior de la corta. Poco a poco vamos entrando en terreno más desigual. Afloran las rocas, que en adelante serán una constante. Llegamos así al portillo de Valseca (660 m), con un cartel de madera indicador de rutas.

Torca y Pico del Carlista

Estamos en pleno lapiaz. Debemos seguir el cordal por la parte superior, a la izquierda (Sur) con la atención necesaria en este tipo de terreno. En una ligera depresión, antes del pico del Carlista, veremos una abertura alargada en el terreno. Si nos aproximamos con cuidado nos podemos asomar a un vacío negro. Es la mítica torca del Carlista. Recientemente se ha cumplido el 50 aniversario de su primer descenso, en 1958. La leyenda afirma que un oficial carlista, perseguido por los liberales, se arrojó por ella antes de ser atrapado. Tras un tubo de unos 60 m el descenso irrumpe en el techo de una descomunal cámara subterránea, con un rápel volado final de 90 m. Nosotros seguiremos, por supuesto, nuestra marcha exterior. Desde la boca de la torca pronto coronamos el pico del Carlista (729 m 1 h), con buzones viejo y nuevo. Ahora, regresaremos sobre nuestros pasos. Se trata de recorrer toda la parte caliza del cordal, pasando de nuevo por el portillo de Calseca y siguiendo al noreste. Después de pasar trabajosamente por varios picones dominados por el lapiaz (Mazarredonda, Picollano), saldremos del terreno abrupto a las suaves lomas de Surbias (631 m 2 h). Este nombre deriva, curiosamente, de una planta venenosa. El panorama cambia por completo desde aquí. Un cordal ancho y verde, que ya hemos descrito en otra ruta, nos llevaría hasta el Armañón por los altos de La Galupa y Carcelares. Para volver a Ranero desde Surbias lo mejor es tomar, en el collado anterior, una pista que enfila hasta el pueblo (390 m 2,30 h).

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo