La OPEP no añade más recortes a los 800.000 barriles diarios ya pactados
La OPEP optó ayer por la moderación al cerrar una reunión en Viena con el compromiso de mantener los recortes ya pactados de 800.000 barriles diarios, dejando de lado las propuestas de mayores reducciones, aunque el próximo 28 de mayo revisarán esta medida. Su objetivo es un precio del barril 30 dólares por encima del actual, pero los países del cártel esperarán a conocer las decisiones de la cumbre del G-20.
GARA |
La 152 conferencia ministerial de la OPEP concluyó ayer con la promesa de «cumplir al cien por cien» el límite de producción de 24,84 millones de barriles diarios (mbd), vigente desde el pasado 1 de enero, lo que implica que el grupo deberá aún retirar 800.000 barriles diarios del mercado.
Esa cuota (que no incluye a Irak) fue fijada el pasado 17 de diciembre en Orán (Argel) y supone una reducción total de 4,2 mbd (cerca de un 5% de la producción mundial de crudo) respecto al nivel de la oferta que tenía el grupo en setiembre de 2008.
Con esa medida sólo parcialmente se logró la meta de una recuperación de los precios, que a raíz de la crisis económico-financiera habían perdido más del 70% desde el récord histórico cercano a los 150 dólares/barril de julio pasado.
Así las cosas, los ministros constataron con satisfacción que en febrero el cumplimiento de los recortes pactados «fue del 79%, lo que ha contribuido a equilibrar el precio del barril del crudo referencia de la OPEP en torno a los 40 dólares desde inicio del año», destacaron en la declaración final de la reunión.
Para continuar con la recuperación deseada, la OPEP se comprometió «a cumplir plenamente con la decisión de diciembre de 2008», pero sin profundizarla, como habían pedido algunos socios.
Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de petróleo, y otros países del golfo Pérsico, habían insinuado en vísperas de la reunión su oposición a pactar un recorte adicional de la producción. «Es una posición muy responsable, ya que le da al G-20 la posibilidad de hacer su trabajo. Después de la reunión del 2 de abril en Londres, según la decisión tomada allí, nosotros tomaremos la nuestra», anunció a la prensa el ministro de Energía de Argelia, Chakib Jelil.
El delegado aludió así a la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de los principales países industrializados y emergentes en la que tratarán de paliar los efectos de la actual crisis económica, que ayer también la OPEP calificó como «la peor de las últimas décadas».
«La conferencia expresa su esperanza de que las decisiones que se adopten en la próxima reunión del G-20 contribuyan a una mejora sustancial de la economía mundial», reza la declaración.
Menos demanda
También se mostraron preocupados por el profundo impacto del deterioro de la economía en la demanda mundial de crudo, que calculan retrocederá hasta los 84,6 mbd en 2009, cerca de un millón de bd menos que en 2008.
Para Rafael Ramírez, el titular venezolano, lo importante ahora es reducir los barriles que se han acumulado en los inventarios de los estados ricas consumidoras debido al exceso de la oferta. El presidente de la OPEP y ministro de Angola, José Maria Botelho de Vasconcelos, reconoció que el nivel actual de los precios del crudo no satisface a la organización, pero su estabilización a más de 40 dólares, tras haber caído a menos de 35 dólares en diciembre, es, a su juicio, «una señal positiva».
El objetivo del grupo de productores es «un precio que permita la inversión», cifrado por países como Venezuela y Arabia Saudí en unos 70 dólares por barril como mínimo, si bien los ministros reconocen que no será fácil alcanzar esa meta en la situación actual.
Así, el titular de Minas y Petróleo de Ecuador, Derlis Palacios, aventuró que el barril podría alcanzar los 60 dólares este año y recuperarse más en 2010.
Al dejar de lado mayores recortes, la OPEP da un respiro a los países consumidores que intentan recuperar su crecimiento económico. El cártel esperará a la cumbre del G-20 de abril para decidir más reducciones de producción.
Hasta ahora, los recortes han conseguido evitar la caída del precio por debajo de los 40 dólares el barril. El objetivo de los países productores es elevarlo hasta un mínimo de 70 dólares, 30 más que los actuales niveles.
«Si no recortamos, el precio bajará aún más», había advertido el ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, a la prensa tras llegar al secretariado de la organización. Jelil estimaba necesario retirar del mercado 1,2 millones de barriles diarios (mbd), mientras que su homólogo venezolano, Rafael Ramírez, cifraba el volumen excedentario entre 1 y 1,5 millones de barriles. Ambos forman parte del grupo que apostaba por mayores recortes que los aprobados, igual que Libia, según el presidente de la compañía petrolera nacional libia, Choukri Ghanem.
Rusia, el principal productor mundial de petróleo no miembro de la OPEP, propuso una batería de medidas para frenar la caída de los precios, entre las que destaca la propuesta de una acción concertada entre la OPEP y los productores independientes de retirar crudo del mercado, aunque sin precisar la cantidad. Eso sí, el viceprimer ministro ruso, Igor Sechin, anunció que Rusia reducirá sus propios suministros al exterior fomentando el consumo interno. «En particular, planeamos entregar a los productores agrícolas dos millones de toneladas de carburante», indicó Sechin.