Juan Mari Eskubi Arroyo Bilbo
La crisis
Euskal Herria, como el resto del mundo, se halla inmersa en una crisis económica con consecuencias dramáticas para la clase trabajadora. Es necesario acabar con el despiadado sistema capitalista neoliberal que causa la muerte a millones de personas, por hambre, explotación, esclavismo, epidemias, guerras, represión, bloqueos, éxodos, drogas... Una intensiva manipulación mediática anestesia nuestra capacidad de análisis y reacción.
La mayoría asume la ideología neoliberal sin rechistar, y es feliz porque ni la reina Isabel disfrutó de los servicios de higiene que tienen las viviendas que sortea Lakua. Aturdidos, confunden medios con fines y viven para comprar en lugar de comprar para vivir. Las inversiones productivas han desaparecido anuladas por las especulativas. Los banqueros con ingresos millonarios suplican a los trabajadores, y los gobiernos acuden a salvarles con fondos públicos.
En la campaña colaboran la monarquía, los jueces, el pucherazo del 1-M, el falso nacionalismo, las cárceles, la Ertzaintza, los sindicatos esquiroles, el fútbol... y hasta la Iglesia, que promete a los pobres una divertida eternidad si obedecen al que manda. A pesar de todo, esta crisis ofrece una excelente oportunidad para construir el socialismo. Abundantes movimientos de rebeldía recorren el planeta exigiendo justicia. Los explotados se organizan aportando ingenio, solidaridad, astucia, una entrega generosa y confianza en la victoria. Aurrera!