Si alguien acude a una exposición en búsqueda de un significado, que huya del Artium. Si, por el contrario, el visitante tiene ganas de sentir, cualquiera que sea la sensación que le produce alguna de las obras, la exposición «Between You and me» le espera con las puertas abiertas. Varias salas del museo alavés acogerán hasta el 30 de agosto una selección de obras del artista inglés Antony Gormley, considerado uno de los grandes innovadores de la escultura europea.

El artista ha realizado numerosas muestras a lo largo de los últimos años, aunque ahora se ha embarcado en su primera exposición itinerante por Europa. Así, se han seleccionado las propuestas más representativas para que el público pueda hacerse una idea de la trayectoria de este creador. Y, con una primera mirada, por muy ajena o poco nutrida en arte que sea, el espectador comprende que el escultor tienen un elemento para comunicarse con el mundo: el cuerpo humano. «Gormley ha revitalizado la figura humana en la escultura a partir de su percepción del cuerpo como lugar de memoria y transformación», definen desde el museo.

Para la creación de sus obras, el artista emplea en ocasiones su propio cuerpo como modelo, herramienta y material. Es, al fin y al cabo, el espacio en el que vivimos, según el artista, y por ello es una constante en sus obras. Y así lo vuelve a ser en las dos grandes instalaciones que forman la muestra del Artium: «Critical Mass II» y «European Field».

Al entrar en la sala, el visitante cruzará su mirada con alguna de las obras, incluso si mira al techo. Ahí se encuentran suspendidas cinco figuras de las sesenta esculturas de hierro que forman la propuesta. «Las piezas están en actitud de reposo y evocan distintas lecturas según el lugar hacia donde estén orientadas». De esta forma la misma figura, con una posición idéntica, adquiere dos significados muy diferentes si está boca arriba o si mira hacia el suelo o la pared.

Aun así, es la segunda gran obra de la exposición, «European Field», la que probablemente más llama la atención. Puesto delante de la sala, el visitante observará ante sí una manta desigual formada por unas 40.000 piezas de barro. Con alturas variables entre 8 y 26 centímetros, cada pequeña figura representa un cuerpo humano, pero elaborado de forma rápida, sin apenas detalle, más allá de dos ojos. Para la realización, el artista contó con la colaboración de doscientas personas, que sólo recibieron esta indicación: «Toma una porción de arcilla del tamaño de una pelota y forma con tus manos un cuerpo humano los más rápidamente posible. Colócalo a la distancia de los brazos delante de ti y ponle ojos». El resultado impresiona.

A pesar de que en la información remitida por los organizadores apuntan a que el artista busca «evocar el silencio de la tierra y la necesidad de tocar el otro lado de la vida», el propio Antony Gormley rehusó ayer ofrecer ningún significado. «Tú eres el sentido de la obra», soltó como respuesta. Así es, desde quien se siente amenazado por un ejército de 40.000 piezas que se le acercan como quien ve en esas piezas recuerdos del algún dibujo animado de la infancia. No importa. El propio autor recomendó que al visitante que no sea un observador pasivo, que sienta. Estas dos grandes instalaciones se completan con varias esculturas. El autor resaltó lo curioso que es exponer obras antiguas junto a algunas nuevas por el significado que adquieren al verse una ante la otra. Si al diálogo «Between You and Me» le faltaba un elemento, la arquitectura de donde se exponga aporta la última palabra. Artium da, por tanto, un nuevo sentido al trabajo de Gormley.