El sindicato EHNE, junto a grupos de consumidores y colectivos ecologistas, organizaron ayer en Bilbo la segunda edición del Mercado Transparente, una iniciativa destinada a desnudar los vicios del sistema de mercado, cuyos rígidos mecanismos consiguen que los precios de los productos que se compran en tiendas y supermercados multipliquen las cantidades que han percibido quienes los han producido en origen. El ejemplo no puede ser más claro: se repartieron 200 paquetes con un cuarto de cordero, otro de queso y dos litros de leche -todo producido en baserri con métodos naturales- por veinte euros cada uno, un precio con el que los productores afirman cubrir gastos y garantizar el beneficio suficiente para mantener sus explotaciones en niveles de rentabilidad. En el mercado, cada uno de esos paquetes hubiese costado, cuando menos, entre 30 y 35 euros. Pero hay ejemplos aún más llamativos: la acelga abandona la huerta valiendo 0,75 euros el kilo y llega a la cesta del consumidor a un precio de 2,25.

La constatación de que al menos el 70% del precio de los productos que consumimos se queda en el bolsillo de los intermediarios no es nueva. Sin embargo, el apremiante contexto económico hace si cabe aún más necesaria una reflexión sobre la influencia que ejercen los desorbitados beneficios de las grandes industrias de la transformación y la distribución tanto en las economías domésticas como en el futuro inmediato de las explotaciones agrícolas y ganaderas.

EHNE habló ayer de la perentoria necesidad de establecer controles sobre el proceso de formación de los precios, y de la conveniencia de que la administración intervenga, incluso a través de mecanismos sancionadores, ante la evidencia de la progresiva generalización de las prácticas abusivas o fraudulentas. También planteó una inquietante pregunta: ¿Qué pasará cuando, merced a la presión de la industria agroalimentaria, desaparezcan las explotaciones de los baserritarras? En todo caso, la central no se cruza de brazos y anuncia Nekazal Sarea, una iniciativa para romper con las servidumbres de los intermediarios y caminar hacia la venta directa.