En una carta remitida a distintos congresistas, el secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, admite la dificultad legal de impedir las bonificaciones realizadas a altos directivos de AIG, pero aclara que el departamento que dirige impondrá a AIG una cláusula contractual para obtener el reingreso de las primas desembolsadas. Además serán «deducidos de los 30.000 millones de dólares en asistencia» estatal a la compañía. El secretario del Tesoro atribuye la decisión a la ira desatada en Estados Unidos cuando se conoció que los altos ejecutivos de la división financiera de la empresa rescatada de la quiebra en una intervención estatal por valor de 177.000 millones de dólares cobrarían el 15 de marzo bonificaciones por 160 millones. A estos ejecutivos se achaca gran parte de la responsabilidad en el actual desastre financiero,

La cadena televisiva ABC aseguró ayer que durante el proceso de negociaciones de las ayudas económicas, los líderes de ambas cámaras del Congreso y la Casa Blanca eliminaron del plan de estímulo económico una medida que hubiese restringido las bonificaciones de AIG.

Los líderes del Congreso también anunciaron que presentarán una medida para restringir las bonificaciones de los ejecutivos de la aseguradora AIG y recuperar, a través de impuestos, parte del dinero que la empresa obtuvo del Gobierno.

Por su parte, el presidente de AIG, Edward Liddy, anunció en el Congreso que pedirá a los ejecutivos de la aseguradora que devuelvan «al menos la mitad» de las primas que recibieron, aunque aseguró que estaba «atado» legalmente ya que esas bonificaciones, que calificó «de mal gusto», estaban incluidas en los contratos firmados hace más de un año.