«Llevar el apellido de mi padre, ahora que no está con nosotros, es un orgullo»
Artista
Ainize Txopitea (Donostia, 1977) ha heredado de su padre, el fallecido Daniel Txopitea, su inquietud por el arte y la innovación. Combina su trabajo con el diseño gráfico y la creación de portafolios web para artistas. Lleva cinco años realizando exposiciones por todo el mundo.
Ane ARRUTI | DONOSTIA
«Ainize Txopitea. Técnicas mixtas» es el título de la última exposición de esta joven e inquieta artista, que esta tarde se clausurará en la casa de cultura Portalea de Eibar, la localidad natal de su padre. Haciendo un hueco en su apretada agenda, pudimos hablar con ella mientras hacía las maletas para viajar rumbo a Alemania. Ainize es hija de Daniel Txopitea (1950-1997) un artista autodidacta y completo, creador del movimiento Goruntz y que exploró la pintura, la poesía, el diseño y la fotografía. De él dijo Edorta Kortadi, con motivo de una retrospectiva que organizó la Kutxa como clausura de los actos de homenaje que se le realizaron tras su muerte, que «Txopitea se preocupa, investiga y expresa fantásticamente, algunos aspectos socio-rituales del pueblo vasco. Trata de recoger y hurgar en la cultura popular los significados ancestrales para vestirlos plásticamente de significantes actuales y así crear una tradición específica moderna».
Lleva el apellido de uno de los pintores más importantes que ha conocido el panorama vasco. ¿Cómo lo vive?
Daniel Txopitea era una gran persona y un gran pintor. Ahora que ya no está entre nosotros, llevar su apellido es todo un orgullo, sobre todo porque soy su única hija. La obra que dejó es muy interesante, es por eso que tanto mi madre como yo continuamos trabajando por mantener vivo su recuerdo, organizando exposiciones y mostrando sus cuadros y figura al público.
Además de ser dos artistas llenos de inquietudes, ¿en qué diría que te parece a su padre?
Dicen que me parezco a él físicamente e incluso en la manera de ser. La genética, en este caso, creo que quedó bastante marcada (risas). Como se suele decir, soy hija de mi padre. Los dos nos relacionamos con gente muy diversa, no nos quedamos en la superficie de las cosas, de leer entre líneas.
En su caso, ha optado por fusionar su fuerza creativa con las nuevas posibilidades tecnológicas. ¿Cómo empieza a sacarle partido a ello?
Combino ambos medios, el plástico y la producción digital. Disfruto al mancharme creando; aun así, el ordenador me parece imprescindible: conectas con el mundo y es una fuente de información interminable. Fue hace diez años cuando descubrí el ordenador como herramienta creativa. Desarrollé varios proyectos que combinan internet y poesía que han sido mostrados en museos e instituciones de varios países. Entre 2006 y 2007 realicé un cuerpo de trabajo de fotomontaje digital y, a día de hoy, continúo investigando su potencial y la fusión entre el arte y tecnología.
La poesía es otra de sus pasiones. ¿Qué cabida tiene en su creación y en su vida?
La poesía es mi eje de partida para luego crear obras relacionadas con el lenguaje y la imagen; pero es, sobre todo, una manera de ver y sentir la vida. Cuento con un buen número de poemas que algún día me gustaría publicar en un libro, pero por ahora mis escrituras se encuentran abstraídas en mis cuadros o en la red.
Además de a su trabajo creativo, se dedica a la creación de portafolios web para diferentes artistas.
Trabajo como diseñadora web y gráfica. Artistas internacionales de distintas disciplinas me encargan páginas web. He trabajado con la compañía de danza contemporánea Bonachela Dance Company, Probe, la fotógrafa Carmela García, Begoña Ameztoy, el tenor Colin Lee o la asociación cultural Ikertze, entre otros. Todas estas webs se encuentran recogidas en mi página www.ainizetxopitea.com.
Hace ya algunos años que se mudó a Londres, ahora se marcha a Alemania... ¿Es necesario salir de Euskal Herria para desarrollar una carrera artística?
Amo a Euskadi profundamente, pero tengo quizá una visión más global del mundo. No importa en realidad donde vivas, sino conectar con el lugar en el que estás. Si me gusta viajar es porque me permite descubrir cosas nuevas y ponerme a prueba. No soy demasiado conformista en ese aspecto. Pienso que si no se tienen vivencias no tienes mucho que contar. Hay gentes sorprendentes en todos los lugares; por otro lado, te das cuenta de que, en realidad, todos tenemos las mismas necesidades, un patrón que se repite con nuestros aciertos y nuestros errores.
¿Qué relación mantiene con Zarautz, Donostia...?
Zarautz y Donostia los considero mi nido. Voy de visita o por trabajo muy a menudo. Me lo paso genial con mis amigos, disfruto de la naturaleza, de la comida y de la cultura. Se vive bien en Euskadi.
¿Qué ha querido mostrar en la exposición de Eibar?
Es una selección de obras sobre papel. Las temáticas varían, pero la técnica del collage las une. Son una mezcla entre pintura, ilustración, poesía y arte gráfico. Algunas obras son irónicas, sueños que nunca he contado, homenajes a personas que me han marcado, críticas, denuncias...
¿Y cuál ha sido la respuesta de la gente?
¡Espero que haya gustado! He quedado contenta con la instalación. Son dos años de trabajo resumidos en una selección de cincuenta cuadros.
¿Qué nuevos proyectos rondan por la cabeza de Ainize?
El 2 de abril doy una conferencia de inauguración en el Instituto Cervantes de Munich. Es una exposición colectiva de carácter itinerante por Alemania y lleva por título «Nuevos jóvenes talentos españoles». Aún sigue vigente la muestra «Colección Colosos» de mi aita en una galería de Gijón y tengo previstas para este año exposiciones en Donostia, el Museo de la Universidad de Oviedo y la Feria de Arte contemporáneo de Essen.
«Disfruto al mancharme creando; aun así, el ordenador me parece imprescindible: conectas con el mundo y es una fuente de información interminable»
«No importa dónde vivas sino conectar con el lugar en el que estás. Viajar me permite descubrir cosas nuevas y ponerme a prueba. Pienso que si no se tienen vivencias, no tienes mucho que contar»
«Dicen que me parezco a mi padre físicamente e incluso en la manera de ser. La genética creo que quedó bastante marcada»
«La poesía es mi eje de partida para luego crear obras relacionadas con el lenguaje y la imagen. Es una manera de ver y sentir la vida»