La vigésima jornada será recordada como una de las más positivas nunca disputadas. Por segunda vez en la temporada, todos los equipos vascos contaron sus partidos por victorias.

El Itxako se afianza, más si cabe, en la primera plaza de la clasificación tras vencer al Elche con una superioridad aplastante y una efectividad envidiable. Aunque una defensa abierta inesperada de las alicantinas trabó un poco el tramo inicial -empataron a 7-, pronto las de Ambros Martín, basadas en destellos de calidad individual, se pusieron por delante en el luminoso, llegando 15-13 al descanso.

Tras la reanudación se vivió una situación casi calcada. Un inicio igualado, en el que los goles llegaban por los dos lados, y una segunda parte en la que las navarras se aprovecharon de la poca profundidad del banquillo de sus rivales, para ponerse 26-21 a falta de diez minutos.

La felicidad con el 32-23 del final estaba justificada, ya que el entrenador rotó bien el banquillo, y la responsabilidad anotadora estuvo muy equilibrada, con 3 jugadoras que metieron 6 goles cada una.

El Akaba consiguió un bonito triunfo por 29-30 ante el Ro´Casa. El juego se disputó a gran velocidad, y los dos equipos defendieron a un gran nivel. La portera canaria, Emina, evitó un buen número de goles por parte de las vascas, pero al final se hizo justicia al juego y la victoria voló hacia Euskal Herria en el último suspiro.

El Zuazo Barakaldo también cosechó una importantísima victoria ante el Cementos La Unión Ribarroja. Desde el inicio la vizcainas implantaron un ritmo de juego muy alto, que cogió por sorpresa a las locales. Para el descanso el marcador reflejaba un abultado 8-20, con lo que el partido estaba para entonces casi finiquitado. Al final, 19-29.

La victoria es triplemente positiva, ya que por un lado vencieron fuera de casa, por otro fue ante un rival directo -ahora está un punto por encima-, y por último la autoridad con la que se impusieron les da un plus de confianza y moral para encarar el tramo final.