Cuartos de final de la Euroliga
El baloncesto de Atenas, en plena pelea por el cambio de guardia
El Olympiacos se mostró superior al Real Madrid en El Pireo, de modo que tratará de sentenciar esta misma tarde. Panathinaikos espera devolver en Siena el golpe recibido en el segundo encuentro.
Arnaitz GORRITI | BILBO
Una de las atracciones turísticas más habituales de Atenas consiste en contemplar, todos los domingos alrededor de las 11.00 de la mañana, el cambio de guardia en la plaza de la constitución, conocida también como `Plaza Syntagma'. Esta plaza, es el lugar de la sede del parlamento, pero también es el lugar donde está enterrado el soldado desconocido griego. Todos los domingos, se reemplazan los guardias, que en realidad se cambian cada par de horas, aunque el domingo suele ser un día especial -no sólo por el `enjambre' de turistas que se acerca a fotografiar el cambio en sí-, sino porque los soldados, llamados `evzones', desfilan con el traje nacional griego.
Sin tanto ceremonial, pero con una expectación igual, el baloncesto ateniense parece hallarse en plena pelea por el cambio de guardia. De un tiempo a esta parte, los `verdes' de Panathinaikos han sometido a los `rojos' del Olympiacos del Pireo. No obstante, es posible que estos cuartos de final supongan un punto de inflexión.
Después de un arranque titubeante, Olympiacos ha encontrado velocidad de crucero. Con los «artistas» Vujcic y Papaloukas en forma y la recuperación de Childress, la formación del Pireo sacó su mejor baloncesto en el Top 16, siendo capaz de derrotar a Tau Baskonia por dos ocasiones. No contento con ello, los hombres de Giannakis están siendo muy superiores al Real Madrid y no sería nada extraño que los del Pireo remataran la faena hoy mismo.
Por mucho que el técnico del Real Madrid, Joan Plaza, alegara ayer que «por el esfuerzo que hemos hecho, sería justo que ganáramos» o que Tomas Van der Spiegel apele al espíritu de resistencia arengando que «lo más importante es creer que se puede hacer», no parece que el cuadro merengue le plante verdadera resistencia a un Olympiacos en plena carga.
Sexo, droga y pick'n roll
He ahí, el grito de guerra de la afición del Mens Sana Montepaschi Siena cuando, allá por 2003, alcanzaron su primera Final Four, en Barcelona. Desde luego, el conjunto entrenado por Simone Pianigiani es de los que mejor ejecutan el bloqueo y la continuación, tanto en ataque como en defensa, en una clase de juego directo que entronca con su rival, un Panathinaikos que ni con el aliento de sus 20.000 (sic) `locos' -no sólo los temibles ultras del Gate 13- evitaron que entre McIntyre y Kaukenas se llevaran el segundo partido y que metieran el miedo en el cuerpo en el primero.
Parece ser que, pese a la calidad de los Diamantidis, Jasikevicius, Spanoulis, Pekovic, Tsartsaris... el juego por conceptos propuesto por Zeljko Obradovic -bloqueo y continuación, aclarado, uno contra uno, castigo de ayudas, pases más...- ya se lo saben los rivales, echándose además, mucho de menos pérdidas como la de Siskauskas -en Moscú aún se frotan los ojos ante tamaña adquisición- y Tomasevic. Así pues, el juego dinámico y lleno de espacios que hace dos años los llevó a ganar su Final Four -en su cancha, destrozando al Tau Baskonia de Maljkovic, entre otros- se ha convertido en un juego previsible y, aunque de alto nivel, vulnerable.
Todos los expertos daban por hecho que el cambio de guardia se iba a suceder en las semifinales de Berlín, en un derbi fratricida sin comillas y sí mucho peligro -son frecuentes las peleas en los duelos Olympiacos-Panathinaikos-. No obstante, parece que la hora del cambio de guardia ha sonado ya.
No es que a estas alturas se vayan a asustar los hombres de Ettore Messina al ver el Pionir Arena rugiendo en su contra. Desde luego, mucho tendrán que rugir los aficionados del Partizan de Belgrado para poner emoción a la eliminatoria entre CSKA y su equipo tras el inapelable 2-0 de Moscú, donde los «sepultureros» de Dusko Vujosevic no sumaron ni 100 puntos tras los dos choques.
Por lo pronto, una pequeña gracia para los serbios. El ex jugador de Tau Baskonia, Zoran Planinic, se perderá el encuentro de esta tarde por culpa de ciertos problemas en su espalda. De cualquier modo, no parece que la eliminatoria vaya a regresar a Moscú.
Después de unas semanas en las que ha entrenado junto a sus ya ex compañeros, el veteranísmo Larry Lewis, de 38 años y un currículo inacabable en la ACB, se desvinculaba ayer del CAI Zaragoza y decidía regresa a Estados Unidos tras no encontrar sitio en otro equipo.
Pedro Martínez, técnico del Cajasol, ha sino nombrado mejor entrenador ACB de marzo, por los resultados del conjunto sevillano que ha logrado abandonar las posiciones de descenso. El cuadro hispalense ha ganado tres de los cuatro partidos que ha disputado.