¿Quién no recuerda haber pasado una fantástica noche, hasta altas horas de la madrugada, y levantarse a la mañana siguiente pensando que ese puede ser el último día de su vida? Si a eso se le añade que nada más levantarse algún familiar suelte la típica frase de «noches alegres, mañanas tristes», entonces estamos ante lo que comúnmente se conoce como resaca.

Eso deben de estar pensando, al menos, los grandes protagonistas del domingo: Juan Martínez de Irujo y Fernando Goñi. Pero ellos dos tienen motivos suficientes para aguantar el duro día: la tan ansiada txapela.

En el bando contrario las sensaciones deben de ser totalmente diferentes. Cierto es que Olaizola II y Mendizabal II cuajaron un excelente partido y que, como el propio Oier mencionó tras la final, «es bastante más duro perder 22-5 e irte a casa derrotado», pero los rayos de sol que se cuelan por la ventana a la mañana siguiente sientan mejor con el premio debajo de la almohada.

Podríamos volver a hablar del vibrante partido, pero a más de uno le podría provocar dolor de cabeza. Por lo que, en vez de eso, hablemos mejor de datos, anécdotas o incluso declaraciones de algún pelotari tras el gran día de la final.

Los dueños de las txapelas del Parejas de este año asumieron bien el cargo de poseedores del premio, ya que entre la entrega de trofeos y la posterior rueda de prensa, los dos pelotaris se encargaron de mantener las joyas a resguardo, como comentaron los dos bromeando.

Tras cerca de diez minutos compartiendo sensaciones ante las cámaras, los dos pelotaris se dirigieron a celebrar el triunfo a la sidrería La Runa de Iruñea.

En declaraciones a Euskadi Irratia, Goñi III reconocía ayer que la noche del domingo fue larga. Y es que la voz desgastada del zaguero lo decía todo. El de Zubiri habló de la final, de la trayectoria del campeonato e incluso de la última jugada afortunada para los azules y que les otorgó la txapela de este año.

«Ha sido un campeonato muy bueno. Todos los partidos han sido muy disputados, de una calidad muy alta y la final también fue muy bien jugada, de gran calidad», comentaba el zaguero acerca del campeonato.

El de Aspe también habló de la escapada del último tanto: «Estos partidos se suelen resolver por detalles. Esta vez la suerte estuvo de nuestra parte».

Por último, el de Zubiri se mostró muy contento por el rendimiento que ha dado a lo largo de la competición, afirmando que «al principio anduve bastante justo, pero poco a poco he ido cogiendo el ritmo, sintiéndome cada vez más agusto, y al final he dado el nivel de siempre. Estoy muy contento».

Récord de audiencia

Por otro lado, la final del domingo que fue retransmitida por ETB-1 fue la final de un Campeonato de Parejas más vista de la historia, según informa el ente público en su página web. Consiguió un 30,3% de audiencia y una media de 279.000 telespectadores en la CAV, Nafarroa y zonas limítrofes. Fue, además, el programa más visto del día.

Esta espectacular y emocionante final obtuvo cinco puntos más de share que la final más vista hasta el momento, la que jugaron el pasado año Titín III-Laskurain y Olaizola II-Mendizabal.

En cuanto a la audiencia acumulada, 453.000 telespectadores conectaron en algún momento con el partido disputado en el Atano III de Donostia.