Acuerdo para un conflicto sin partes
Ayer se conoció finalmente la letra del acuerdo firmado entre el PSOE y el PP para formar un nuevo gobierno en Gasteiz con Patxi López como lehendakari. Las «bases para el cambio democrático al servicio de la sociedad vasca» son toda una declaración de intenciones dirigida a crear un programa político unionista, pero, en principio, eso no es suficiente para gobernar una sociedad tan «plural» o incluso mucho más plural de lo que acepta ese mismo documento. Tampoco está claro hasta qué punto puede garantizar un gobierno estable, en la medida en que las cláusulas establecidas con ese fin dependen tanto o más de los intereses de Génova y Ferraz que de la práctica política y de gestión del futuro lehendakari y su ejecutivo.
Así las cosas, se trata de un acuerdo que puede llevar a López a Ajuria Enea, pero que no sirve para saber qué hará realmente su consejera, pongamos, de Cultura. Ni siquiera si habrá tal consejería. Sus principios son retóricamente cercanos al discurso del PP, pero programáticamente es corto, pobre y abstracto. Prueba de ello es que la parte dedicada a EiTB supone cerca de un 10% del documento y está mucho más concretada que el resto de partes, mientras el apartado dedicado a vivienda, infraestructuras y medio ambiente es casi la mitad de extenso y se compone de declamaciones genéricas o simplemente recupera proyectos del anterior gobierno.
El documento habla más y dice cosas más interesantes sobre el pasado que sobre el futuro. Si bien marca un futuro incierto, su caracterización sobre el pasado cercano es clara y concisa. Excluyente, antidemocrática, frentista, intolerante, blanda... son algunas de las características de la era en la que los jelkides han gobernado. No obstante, siempre encontrarán un lugar entre «las fuerzas democráticas». Ahí es donde está la mayor incongruencia del documento: está redactado en base a un conflicto, totalmente condicionado y determinado por el mismo, pero no admite que en todo conflicto hay al menos dos partes. Y que otros no aclaren en cuál de esas partes se si- túan facilita a PSOE y PP la ceremonia de la confusión.