Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales «son víctimas de discriminación, intimidación y persecución», incluso «de agresiones físicas, a veces mortales». denunció Morten Kjaerum, director de la Agencia de derechos fundamentales de la UE.

«Son signos alarmantes en una UE que reivindica con orgullo el respeto en su seno de los principios de igualdad de trato y no discriminación», añadió con motivo de la publicación de un informe encargado por el Parlamento de Estrasburgo.

El informe subraya que la discriminación afecta a todos los ámbitos de la vida de estas personas, y muestra que la discriminación contra las homosexuales comienza en la escue- la, donde buena parte del profesorado «no está formado para identificar y afrontar este tipo de problemas».

«El hostigamiento en las escuelas provoca malos resultados escolares e incluso una deserción del sistema educativo», denunció Kjaerum, quien recordó que estos problemas podrían atenuarse si los programas escolares «no ignoraran la cuestión de la orientación sexual».

La discriminación afecta igualmente al sistema de salud que, entre sus malas prácticas, incluye la concepción de la homosexualidad como «una desviación o una enfermedad», lo que conduce «a una tasa elevada de suicidios, a una salud mental frágil o a la toxicomanía». Esta circunstancia repercute en que las personas homosexuales tiendan a evitar la asistencia sanitaria.

Ya en el ámbito laboral, «experiencias desagradables, el miedo a la discriminación y al despido» fuerzan a muchas personas homosexualesa no divulgar su orientación sexual.

Morten Kjaerum señaló que la discriminación «más deplorable» es la violencia, aunque apuntó que pocos casos se ponen en conocimiento de las autoridades. «Existen más que evidencias en este informe» sobre la violencia, el acoso sexual y la intimidación que todavía sufren, lamentó, por lo que instó a mejorar las legislaciones europeas en esta materia.

Por países

El informe se niega a dar datos por países aunque apunta a que la discriminación es mayor en los países del este. No obstante, certifica que también en Italia buena parte de la clase política niega los derechos humanos de las personas homosexuales.

Una encuesta Eurobarometro de 2008 incluida en el estudio recoge que suecos y holandeses son los europeos que se sienten «más cómodos» teniendo como vecino a un homosexual, con un 91%, frente al 36% de los rumanos.