Se planta en la puerta de Brandenburgo tras viajar por el alambre
El Baskonia supo hacerse un hueco entre la angustia y los errores en un partido muy trabado y dejó sin margen de error a un Barcelona que mantiene la duda de Navarro para el match ball de mañana.
TAU BASKONIA 69
REGAL BARCELONA 62
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
El Baskonia se hizo un hueco entre la tensión y los nervios para, tras viajar por el alambre, comenzar a vislumbrar esa Puerta de Brandenburgo que le dé entrada a Berlín. Tras un choque de alta tensión, atascado y disputadísimo, los baskonistas consiguieron un triunfo tan poco brillante como importante y dejaron al Barcelona sin margen para el error y la duda de si podrá contar con su referente ofensivo en el match-ball de mañana en Zurbano.
Aunque los precedentes en partidos decisivos en casa no eran todo lo halagüeños que se pudiera esperar, el equipo gasteiztarra manejó mejor la ansiedad y los nervios en los momentos claves, y consiguió tener el pase a su quinta Final Four consecutiva a sólo un paso.
Con el importantísimo condicionante de la confirmación de la baja de Navarro, el partido resultó el más táctico y trabado desde el comienzo. Las pizarras funcionaron e Ivanovic apostó por un partido muy distinto, con Splitter fuera del quinteto inicial y la directriz clara de penetrar y penetrar.
Los balones quemaban y los puntos llegaron con cuentagotas, con los porcentajes de ambos equipos muy lejos de lo que suelen promediar en otras citas. Aunque las defensas no fueran nada del otro mundo, el partido se trabó y al Baskonia le costó correr, pero al Barcelona le faltó ese desatascador que por momentos sí fue Rakocevic.
Suerte en momentos claves
Los rebotes ofensivos fueron los que mantuvieron vivos al Barcelona, amén de una zona que se le atragantó al Baskonia al comienzo del segundo cuarto. Aunque nunca pudo imponer el ritmo frenético que tan bien le ha venido en sus enfrentamientos ante el Barcelona, la presencia en cancha de Tiago Splitter, por lo que generó y las múltiples faltas que consiguió forzar, -el Baskonia metió 10 tiros libres de 15, mientras que el Barcelona no llegó a lanzar en toda la primera parte- fue lo que le permitió entrar al descanso con una renta de nueve puntos, todo un mundo en un partido en el que cada punto había que sudarlo mucho.
Pese a los esfuerzos de Splitter y las aportaciones de un Mickeal que sigue sin entrar del todo, la reactivación del juego exterior culé con tres triples y los problemas para anotar del Baskonia permitieron al Barcelona meterse en el partido. Pero luego desaprovecharon una magnífica ocasión de atosigar a los locales en un contragolpe claro para ponerse a cuatro que Ilyasova estrelló en el aro. Para hacer más daño, Prigioni cerró el cuarto y la jugada con un triple que devolvió la diferencia a nueve cuando el Barcelona pudo ponerse a sólo cuatro.
Llevar la diferencia a 12 en el último parcial no sirvió para desprenderse de la agonía. Lakovic y Andersen se echaron al equipo a la espalda en ataque y, con todo el acierto y los tiros libres que no tuvieron en la primera parte, volvieron a cortar la respiración de Zurbano, sobre todo tras una rigurosísima antideportiva a Igor Rakocevic con sólo cinco puntos de ventaja. Afortunadamente, el base esloveno erró un tiro libre, mientras que el australiano dio la posesión a los gasteiztarras tras cometer pasos de salida.
Pese a todo, el Barcelona no cejó en su empeño, forzó al Baskonia todo lo que pudo, pero afortunadamente a los de Ivanovic no les tembló el pulso y supieron manejarse para conseguir el segundo punto.
El Baskonia tuvo el temple suficiente para sobreponerse a las 22 pérdidas y los 11 rebotes ofensivos que concedió a un Barcelona con muchos problemas para hacer canastas.
Los rusos vencieron a Partizan en Belgrado (56-67) y ya están clasificados para Berlín. Panathinaikos ganó en Siena 53-72 y el Real Madrid venció a Olympiacos 71-63.
Aunque el triunfo no fuera nada brillante, Ivanovic se mostró muy contento de que sus dos axiomas principales se cumplieran ayer. El técnico baskonista reconoció la dificultad de sumar el triunfo en un duelo de «poca anotación, buenas defensas por parte de los dos y que ese trabajo defensivo fuera la base de nuestro triunfo». Además del trabajo defensivo, el montenegrino incidió en la «paciencia que hemos sabido tener en momentos puntuales para terminar nuestras jugadas de ataque». Como es normal, Ivanovic no dio la eliminatoria por terminada. «Hay que olvidar esto y jugar otra final de cuarenta minutos sin nada detrás».