Los aliados hacen suya la nueva estrategia de EEUU en Afganist�n
La OTAN celebr� sus 60 cumplea�os ratificando su alineamiento con la aventura militar de EEUU en Afganist�n. Los aliados europeos se comprometieron, bien que t�midamente, con Barack Obama y su petici�n de refuerzos. Pese a la represi�n policial, miles de manifestantes hicieron oir su voz y exigieron la disoluci�n de esta organizaci�n militar, responsable del 75% del gasto militar mundial.
GARA |
La OTAN conmemor� su sexag�simo aniversario a orillas del Rhin escenificando un cierre de filas en torno a la nueva estrategia de EEUU en torno al gigantesco reto de Afganist�n.
Los aliados europeos de Washington se comprometieron a enviar 5.000 soldados m�s al cenagal afgano, que se sumar�n a los refuerzos -21.000 soldados m�s- anunciados por el inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, con motivo de la presentaci�n de su nuevo plan.
Gran Breta�a, aliado preferente de EEUU en la punta de lanza anglosajona, ofrecer� 900 soldados, mientras que Alemania y el Estado espa�ol comprometen respectivamente 600 y 450 efectivos m�s.
El Gobierno de Jos� Luis Rodr�guez Zapatero trata as� de hacerse perdonar su espa�ol�sima obcecaci�n con la cuesti�n kosovar y muestra el alcance real del desaf�o a EEUU con el que dio inicio a su primera legislatura: la retirada de Irak.
Obama saca pecho
Con este realineamiento con la aventura militar estadounidense en suelo afgano, la cumbre de Estrasburgo-Kehl ratifica el proceso de conversi�n de la OTAN en una organizaci�n militar que, desde su hist�rica subordinaci�n a los intereses de Washington, asume crecientemente labores subalternas y de �gendarmer�a mundial� -aderezada con un barniz presuntamente humanitario- en los escenarios elegidos por Estados Unidos en la lucha por mantener su primac�a a escala mundial.
Exultante, Obama envi� un mensaje a la red Al Qaeda asegurando que no ganar� a la OTAN en Afganist�n.
Tras elogiar a los copatrocinadores de la cumbre, la alemana Angela Merkel y el franc�s Nicolas Sarkozy, el presidente estadounidense se�al� que el compromiso de los aliados respecto a Afganist�n �es una se�al de la determinaci�n con la que abordan los desaf�os de la OTAN�.
Horas antes, al arrancar el Consejo Atl�ntico, tanto Merkel como Sarkozy coincidieron en hacer suya la tesis de que Occidente se juega su credibilidad en las monta�as y desiertos afganos. �No tenemos el derecho a perder�, se�al� el inquilino del El�seo. �Afganist�n es verdaderamente nuestra prueba de fuego�, coincidi� la canciller.
Los afganos ser�n los paganos
Tras un paseo matutino por el puente que atraviesa el Rihn y comunica las ciudades de Estrasburgo y Kehl, y ajenos a las protestas de miles de activistas llegados de todos los rincones de Europa, los jefes de Estado y de Gobierno de los pa�ses aliados volvieron a mostrar, con su compromiso con la �soluci�n militar� a la cuesti�n afgana, cu�nto les importa realmente el destino de la poblaci�n de aquel depauperado pa�s. Y es que, si atendemos al informe presentado por una veintena de ONGs con motivo de la cumbre, los anunciados refuerzos militares a Afganist�n no provocar�n sino m�s sufrimiento a los civiles.
�Es muy probable que el despliegue de refuerzos lleve aparejado un recrudecimiento de los combates y que los civiles vuelvan a verse atrapados entre dos fuegos�, alert� desde Kabul un responsable de Oxfam, Matt Waldman, encargado de presentar el informe.
Bajo el sugestivo t�tulo de �El precio del conflicto�, el informe denuncia que �demasiadas operaciones llevadas a cabo por las fuerzas extranjeras entra�an un recurso excesivo a la fuerza, p�rdidas humanas y graves da�os materiales�.
La advertencia de ONGs como Save The Children, ActioAid, International Rescue Committe y CARE Afganist�n no parece excesiva si tenemos en cuenta que los propios comandantes aliados sobre el terreno han reconocido que los refuerzos provocar�n un recrudecimiento de los combates con la resistencia.
Eso s�, estos mismos comandantes auguran una �mejora� de la situaci�n pero s�lo entrado el a�o 2010.
Compromiso pobre
Ser� que estos comandantes esperan los 21.000 soldados de refuerzo estadounidenses (que podr�an ser incluso 10.000 m�s), porque el alcance del compromiso de los aliados es m�nimo para un territorio tan vasto como el afgano.
Y es que, de los 5.000 efectivos m�s comprometidos, 3.000 ser�n destinados a Afganist�n pero s�lo para garantizar la �seguridad� con motivo de las elecciones de agosto.
El resto se dedicar� al adiestramiento de las fuerzas colaboracionistas afganas, una tarea para la que los aliados crear�n un nuevo fondo de 100 millones de d�lares, de los que 57 proceder�n de Alemania.
Todo apunta a que EEUU asumir�, m�s a�n si cabe, el liderazgo militar de la operaci�n. El Pent�gono no ha escatimado cr�ticas en los �ltimos meses a la �escasa preparaci�n y pericia� de las fuerzas militares europeas para bregarse en un escenario b�lico como el afgano.
Otra cosa es que los refuerzos militares estadounidenses vayan a ser suficientes para dar la vuelta a una situaci�n que el propio Obama ha reconocido como �peligrosa�, con una resistencia que controla provincias enteras del pa�s y que tiene pr�cticamente acorralado al Gobierno t�tere afgano en Kabul.
La nueva estrategia para Afganist�n de Obama supone, en este sentido, un reparto de papeles en el que a la OTAN se le asigna un papel policial y de adiestramiento, adem�s del asesoramiento en tareas de �reconstrucci�n� de un pa�s devastado por treinta a�os de guerra de liberaci�n contra la invasi�n sovi�tica, seguida por una guerra civil y coronada por una campa�a de bombardeos y una guerra de ocupaci�n liderada por los mismos que prometen ahora reconstruirlo.
Los aliados dieron ayer su visto bueno con entusiasmo a esa estrategia, que seg�n afirm� el Sarkozy, �coincide palabra por palabra con lo que los europeos llev�bamos tiempo pidiendo�: un refuerzo de la presencia civil y un hincapi� en la formaci�n de las fuerzas afganas.
Los aliados no parecen haberse le�do el informe antes citado de las ONGs, en el que critican la asunci�n por parte de los militares de la llamada �acci�n humanitaria�, lo que �diluye la l�nea de separaci�n entre organizaciones militares y civiles, poniendo a estas �ltimas en claro peligro�.
Nuevo secretario general
Turqu�a levant� en el �ltimo minuto el veto a la candidatura del dan�s Anders Fogh Rasmussen, que se convirti� en nuevo secretario general de la OTAN.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reprochaba a Rasmussen su apoyo a un diario dan�s que en 2005 public� caricaturas de Mahoma que soliviantaron el mundo musulm�n y su negativa a cerrar la cadena de pro-kurda Roj-TV.
Erdogan retir� su veto tras haber obtenido �garant�as� por parte de Obama.
Miles de personas, convocadas por 600 organizaciones de 43 pa�ses, se manifestaron en ambas orillas del Rhin contra la cumbre de la OTAN e hicieron frente al impresionante hostigamiento policial, que no logr� evitar que el rechazo al belicismo aliado se hiciera oir tanto en Estrasburgo como en Khel.
En la orilla francesa, miles de manifestantes (30.000 seg�n los organizadores, 10.000 seg�n fuentes policiales) exigieron la disoluci�n de la organizaci�n militar. A escasos metros del escenario de la cumbre, el Palacio de Congresos, la Polic�a francesa hac�a uso de gases lacrim�genos y de granadas ensordecedoras para cumplir la orden de Sarkozy: �No quiero ver manifestantes en las calles�.
Pues los vio. En respuesta a la represi�n policial, que dej� decenas de heridos, grupos peque�os y extremadamente m�viles de manifestantes, identificados como miembros del Bloque Negro por parte de la Polic�a, incendiaron un puesto policial. Los enfrentamientos se saldaron asimismo con el incendio de un hotel y con da�os en otros establecimientos.
En la orilla alemana, la Polic�a incumpli� su promesa de reabrir el puente y dejar pasar a los manifestantes para que se unieran a la protesta en Estrasburgo.
��Abrid el puente, abrid el puente!�, gritaban los manifestantes, 6.000 seg�n fuentes policiales. Todo en vano.
Tambi�n hubo manifestaciones contra la OTAN en ciudades de todo el mundo, como en Bilbo.
Al menos trece personas murieron en la madrugada de ayer en un ataque con misiles perpetrado por un avi�n no tripulado de EEUU en Wazirist�n Norte. Horas despu�s, al menos ocho polic�as murieron en un atentado-suicida contra un campamento en el centro de Islamabad.
Los cad�veres de al menos 46 afganos fueron hallados en el contenedor de un cami�n abandonado en el suroeste de Pakist�n. Otros 40 tuvieron que ser hospitalizados. Al parecer, el cami�n se dirig�a a Ir�n. El conductor huy� al percatarse del mal estado de estas personas que hu�an de Afganist�n.
Al menos 20 personas murieron ayer en un bombardeo estadounidense en un distrito de la provincia de Helmand, en el sur de Afganist�n. El Pent�gono los identific� como milicianos talib�n.
