Gritos de «Independentzia» y «Jotake, irabazi arte» recibieron a los ioaldunak que recorrieron el pabellón Anaitasuna y a los dantzaris que realizaron el saludo a la ikurriña. Comenzaba así el acto político organizado por la izquierda abertzale con motivo de cumplirse treinta años de las primeras elecciones al Parlamento de Nafarroa, un acto en el que se hizo un repaso a estas tres décadas en temas como el euskara, el movimiento feminista, las luchas obreras, la represión y la situación política en general.

Garbiñe Bueno, encargada de presentar las diversas intervenciones, denunció a «quienes nos han querido robar la memoria a los navarros» y destacó la importancia de «recordar lo que nos quieren ocultar» y de aunar fuerzas para poder conseguir un cambio real en Nafarroa.

Mientras en una pantalla gigante se iban intercalando imágenes de estas tres últimas décadas sobre los temas citados, varias personas referenciales fueron haciendo una valoración del camino recorrido. La intervención de dos bertsolaris dejó paso a David Anaut, quien recordó las prohibiciones y persecuciones que ha sufrido históricamente el euskara, así como la continuidad de esta situación con el Amejoramiento del Fuero y la Ley del Vascuence.

Anaut destacó la importancia de lograr un cambio real en Nafarroa para asegurar el futuro del euskara, y en concreto la oficialidad en todo el territorio.

Elena Urabaien hizo a continuación un repaso al ámbito de la mujer, que resumió diciendo que han sido «treinta años de más sometimiento y más hipocresía». Urabaien ligó la negación del derecho a abortar con el papel de UPN «como brazo político del Opus Dei» y criticó la «pasividad» de los grupos del Parlamento, «que ni siquiera han logrado que se desarrolle la Ley contra la violencia machista aprobada hace seis años».

«La Navarra idílica»

Igor Arroyo, coordinador de LAB en Nafarroa, recibió grandes aplausos de las personas que llenaban el Anaitasuna con una intervención que se centró en el mundo laboral y las luchas obreras. En primer lugar ironizó sobre «lo bien que se vive en Navarra, según repiten Sanz, Del Burgo y toda esa gente encorbatada», y luego constató que «esa imagen que nos han vendido es la versión aldeana del sueño americano».

Dirigiéndose a PSN y UPN, Arroyo preguntó «dónde está esa Navarra del bienestar y del pleno empleo», y añadió: «Que se lo pregunten a los 38.000 parados, a los jóvenes que trabajan en precario, a las mujeres que cobran menos por el mismo trabajo, a los cientos de trabajadores muertos en estos últimos años en accidentes laborales».

Tras constatar que «la crisis ha dejado patente el mito de la Navarra del bienestar», Arroyo dijo que en estos treinta años «la patronal ha tenido la sartén por el mango» gracias al Amejoramiento del Fuero. «Sabían que era clave la partición territorial y el sometimiento de Navarra para poder seguir con sus privilegios», afirmó.

Cómo fórmula para dar la vuelta a esta situación citó la necesidad de «la lucha obrera», al tiempo que hizo un llamamiento para «lanzar una contraofensiva» a la patronal y apoyar la huelga general del día 21 de mayo. «Frente a esta huelga están la patronal, el Gobierno, las fuerzas de ocupación y también UGT y CCOO», afirmó, momento en que fue interrumpido con gritos de «Borroka da bide bakarra» y «Greba orokorra».

La represión fue el siguiente gran tema que se repasó. «¡Qué razón tenía el rumano. Quinientos años a hostias y aún no somos castellanos. Y como dicen en la Ribera, ni semos ni seremos», afirmó Fermin Balentzia antes de poner la carne de gallina a todos los asistentes con la interpretación de «Maravillas».

Esta canción dio pie a Gloria Rekarte para recordar que esta joven de 14 años fue una de las 3.400 personas asesinadas tras el golpe franquista de 1936. «Aquellos asesinos nunca tuvieron que rendir cuentas y se convirtieron en referentes de la democracia», dijo Rekarte, que fue interrumpida con gritos de «Herriak ez du barkatuko».

Esta ex presa afirmó que «la represión es el instrumento de la imposición», recordó «los treinta años de detenciones, torturas, presos, exiliados, encarcelamientos, cierres de medios de comunicación, persecuciones e ilegalizaciones», y criticó a «las fuerzas supuestamente de izquierdas y abertzales que no quieren ver esta realidad».

A continuación, una gran ovación recibió la subida al escenario de más de un centenar de cargos políticos de la izquierda abertzale que han ejercido en Nafarroa estos últimos años.