Lampre y Damiano Cunego demostraron que han llegado con toda la intención
Joseba ITURRIA
Una de las notas más destacadas de la primera etapa fue que Lampre asumió más trabajo que ningún otro equipo en la cabeza del pelotón, en una demostración de que Damiano Cunego ha llegado a Euskal Herriko Itzulia con toda la intención. El italiano ha cambiado radicalmente su preparación con respecto al año pasado, en el que se marcó el Tour como objetivo de la temporada sin conseguir responder a las expectativas creadas. Este año su primer objetivo es el Giro del Centenario, pero tras realizar una concentración en altura en Tenerife ya dio un gran nivel en su vuelta a la competición en la Coppi-Bartali, al ganar dos etapas y la general por delante de Cadel Evans. Parece que quiere aprovechar los efectos de la concentración en altura en unas carreteras vascas que le van. El año pasado ganó una etapa en Orio y la clásica de Zornotza antes de imponerse en la Amstel. Ayer demostró que los siete días en los que competirá esta semana en Euskal Herria -defenderá el domingo su triunfo de Zornotza- los afronta con ambición. Atacó en Lazkaomendi, quiso meterse en la llegada y, tras una jornada de hoy en la que se puede llegar al sprint, es previsible que mañana lo intente en Arrate.