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CHAMPIONS LEAGUE Cuartos de final

Golpe de autoridad culé en Europa

Los blaugranas sentenciaron la eliminatoria con cuatro tantos conseguidos en la primera mitad y firmaron un encuentro para enmarcar.

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Beñat ZARRABEITIA | BILBO

Impresionante demostración de fútbol la presenciada anoche en el Nou Camp. El Barcelona sacó su imparable látigo y atizó una y otra vez a un impotente Bayern de Múnich. El cuatro a cero final no reflejó la absoluta superioridad con la que los catalanes vencieron a los bávaros.

Una apisonadora que juega al primer toque aprovechando la clarividencia de Xavi e Iniesta, se cimienta en la solidez de Márquez, Piqué y Touré, define con la explosividad de Henry y Eto'o y desequilibra con la magia de Messi. Demasiados argumentos para cualquier rival si tenemos en cuenta que Pep Guardiola ha sabido dotar a una escuadra con hambre de títulos de un estilo inconfundible en menos de 10 meses.

La mutación del conjunto blaugrana ha sido increíble y ya nadie se acuerda de la absurda moción de censura contra Laporta o de las presuntas fiestas de Ronaldinho. Un hombre de la casa, tan ambicioso como cabal, ha puesto en orden las virtudes de unos futbolistas empeorados por una atmosfera irrespirable.

El resultado, además, supuso un fuerte golpe de autoridad por parte del conjunto Guardiola. En Liga, los blaugranas no han tenido piedad con Sporting, Almería, Numancia, Valladolid, Málaga, Atlético o Valencia entre otros. Su superioridad es absoluta y las goleadas de escándalo han sido habituales. En Europa, por su parte, los culés han caminado firmes y habían endosado sendas manitas a Basilea y Olympique de Lyon. Anoche, ahondaron en esa sensación de superioridad.

Ante su primer rival de verdadera entidad en Champions, los culés no tuvieron piedad y sacaron los colores al Bayern de Múnich. El conjunto bávaro fue humillado en un campo que forma parte de su historia más desafortunada. Recibió cuatro tantos, pero a tenor de lo visto sobre el terreno de juego, el castigo pudo haber sido bastante mayor. Su rival dominó la posesión de la pelota de una manera abrumadora, generó una infinidad de ocasiones y además perforó la portería de Butt -ayer sustituto del joven Rensing- en cuatro ocasiones.

El Barcelona fue una locomotora perfecta. Comenzó el partido tremendamente enchufado y Thierry Henry estuvo muy cerca de abrir el marcador. El francés falló, pero la lata no tardó en abrirse. En el minuto nueve, una gran cobinación de los catalanes permitió a Messi anotar el primer tanto. En el siguiente ataque, un Eto'o en posición dudosa consiguió el segundo.

El peso del escudo del equipo alemán genera una constante intranquilidad en sus rivales y los blaugranas tenían unas ganas irrefrenables de dejar vista para sentencia la eliminatoria. La primera opción llegó en una internada de Messi en el área. Lell derribó claramente al argentino, pero el colegiado optó por amonestar al delantero. La decisión motivó el enfado de Pep Guardiola. Fuera de sus casillas, el técnico catalán acabó expulsado de su banquillo debido a sus constantes quejas sobre la actuación del colegiado.

El guión no se alteró y el ataque blaugrana siguió con su exhibición. Iniesta y Xavi llevaban la batuta, encontraban huecos para unos delanteros tremendamente motivados. Thierry Henry, que está sabiendo reinventarse, fabricó una gran acción para regalar el tercer tanto a Messi. A tres minutos del descanso, el delantero francés obtuvo su premio al conseguir el cuarto y último tanto de Barça.

El segundo tiempo, en el que ambos contaron con ocasiones de gol, fue absolutamente intrascendente en una eliminatoria que, salvo sorpresa mayúscula, ya está sentenciada.

nueve goles

Los bávaros, que ayer cambiaron de portero, han vivido una semana negra. El sábado recibieron cinco tantos del Wolfsburg en la Bundesliga y anoche el Barcelona les endosó otros cuatro.

PRIMERA VICTORIA

La goleada de ayer supuso el primer triunfo oficial del conjunto blaugrana ante el Bayern. En los enfrentamientos previos, se habían registrado tres victorias del equipo alemán y un empate a dos en 1996.

Ivanovic acerca al Chelsea a semifinales con la gran arma del Liverpool

Guus Hiddink ganó ayer la partida a Rafa Benítez y frenó en secó las ilusiones del Liverpool. El Chelsea tiró de las virtudes que caracterizan a los reds y se mostró muy superior a su rival. Fernando Torres adelantó al Liverpool, pero no fue más que un espejismo. Dos tantos de Branislav Ivanovic comenzaron a cambiar la historia. El serbio, conocido por Hiddink de su paso por la Liga rusa, no había gozado de minutos con Scolari pero anoche vivió su momento de gloria. Dos cabezazos en jugadas a balón parado que dieron la vuelta al marcador. En ventaja, Drogba anotó el tercero de su equipo. Salvo sorpresa, los blues se medirán al Barça en semifinales. B.Z.

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