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ANÁLISIS Evolución económica y empleo

Alarmante destrucción de empleo en Hego Euskal Herria

Tras analizar los últimos datos sobre la evolución de la economía europea dados a conocer por Eustat, el autor analiza esas cifras, las compara con la situación de Hego Euskal Herria y concluye que «la destrucción de empleo en nuestro país está siendo mucho más alarmante».

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Rafa IZQUIERDO Economista, responsable de la secretaría económica de LAB

La recesión económica no se está viviendo con la misma intensidad en todos los países. Para hacer frente a la coyuntura, el empresariado está utilizando las herramientas que los poderes políticos han puesto en sus manos, y recurren a ajustes de empleo multiplicando la presentación de expedientes de regulación y prescindiendo de los trabajadores y las trabajadoras temporales.

En Hego Euskal Herria a finales del 2008 había 1.259.300 personas ocupadas; esto significa que a lo largo del año pasado se perdieron alrededor de 29.900 empleos netos, disminuyendo la población ocupada un -2,3% en tasa interanual. Este proceso de destrucción de empleo se agravó a finales de año con la pérdida de 37.800 empleos en el último trimestre.

En ninguna de las economías de nuestro entorno el ritmo de destrucción de empleo ha sido tan alarmante, a excepción del Estado español, donde la caída de la ocupación al finalizar 2008 era del -3% en tasa interanual. Según los datos de Eurostat, entre los estados miembros de la Unión Europea tan sólo en Letonia se ha registrado una pérdida de empleo superior, en concreto del -5,4%.

Desde las administraciones autonómicas, y sobre todo desde el Gobierno vasco, han sido múltiples las apariciones públicas en las que se ha subrayado que «la economía vasca está resistiendo la crisis mejor que otros países». La evolución de variables macroeconómicas como el PIB así parecían confirmarlo.

No obstante, esta afirmación contrasta con las conclusiones que podemos extraer a la vista de cual ha sido la evolución del empleo; ya que en la UE a finales de 2008 había prácticamente el mismo volumen de empleo que un año antes. Aunque nuestra economía partía de tasas de crecimiento superiores a la media europea, las consecuencias de la crisis han provocado una progresiva desaceleración económica y a finales de 2008 la economía vasca también entró en recesión.

La disminución de la actividad económica en Hego Euskal Herria es menos acusada que en las economías de nuestro entorno, al menos con los datos disponibles; sin embargo, el ajuste del empleo está siendo mucho más brusco e intenso. Este comportamiento es propio de mercados laborales frágiles y precarios, una característica lógica- mente compartida con el mercado de trabajo español.

Este hecho no es casual. Al fin y al cabo, el ordenamiento jurídico-laboral español determina tanto el modelo de relaciones laborales como el mercado de trabajo en Hego Euskal Herria, caracterizado por elevadísimos índices de precariedad y niveles salariales muy bajos. La tasa de temporalidad en Hegoalde es del 25,3% y prácticamente duplica la media europea (14,2%). Este índice de precariedad encabeza la UE y sólo es superado por los del Estado español (27,9%) y Polonia (27,5%).

El SMI vigente en el Estado español está por debajo del umbral de pobreza y apenas supera el 50% de salario mínimo que correspondería aplicar en Hego Euskal Herria siguiendo las recomendaciones de la Carta Social Europea.

A pesar de esta realidad, las organizaciones empresariales insisten en hablar de «rigideces en el mercado de trabajo» y reclaman nuevas reformas dirigidas a recortar los derechos laborales y empeorar las condicio- nes de trabajo. Sus principales exigencias son las siguientes:

Eliminar la tutela administrativa en los procesos de regulación de empleo (ERE) y la tutela judicial en el caso de despidos individuales. La supresión de todo tipo de control y fiscalización frente a los despidos dejaría a la clase trabajadora en una situación de completa indefensión.

Reducir las indemnizaciones por despido para abaratar y favorecer los ajustes de plantilla.

Rebajar las cotizaciones sociales a la Seguridad Social para reducir los costes laborales a costa de mermar los ingresos destinados a pagar pensiones.

Congelación e incluso reducción salarial.

Disponer del dinero público a través de subvenciones, ayudas y líneas de crédito ventajosas.

Frente a esta situación, LAB considera necesario dar una respuesta firme y contundente, no sólo contra la crisis y las medidas que están adoptando los diferentes gobiernos y administraciones, sino también contra el chantaje de la patronal y sus pretensiones. Por eso reivindicamos:

La defensa del empleo y la estabilidad laboral. Es preciso recuperar el principio de estabilidad en la contratación como norma general, reservando con carácter excepcional los contratos temporales para necesidades productivas de naturaleza temporal.

Aumentar la vigilancia y el control sobre los despidos, así como las indemnizaciones y la protección por desempleo.

Incrementar la presión fiscal sobre los beneficios empresariales, las rentas del capital y los grandes patrimonios. Paralelamente exigimos equiparar el esfuerzo económico destinado a protección social con el de los países socialmente más avanzados de Europa.

Establecer un salario mínimo digno, e incrementos salariales que permitan recuperar el peso que los salarios han perdido en la distribución de la riqueza.

Decidir en Euskal Herria el modelo económico y social de nuestro pueblo.

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