Ida semifinales Copa EHF
Repetir final europea se pone bastante cuesta arriba
Las lizartarras perdieron un sinfín de balones en ataque y no supieron frenar a la pivote rumana Stanca.
Natxo MATXIN | LIZARRA
Bastante bien parado salió Itxako, pese a empatar en su pista en la ida de las semifinales de la Copa EHF, tras lo visto en Lizarreria. Precipitaciones y errores continuados fueron la tónica del juego de las amarillas que, o bien por la fatiga acumulada durante la temporada, o por los nervios -no deberían tenerlos con la experiencia europea ya acumulada-, no dieron una a derechas.
Especialmente en la segunda parte, sobre todo en su comienzo, donde echaron por tierra una ventaja que llegó a ser hasta de tres goles durante la primera media hora (10-7). Fueron un auténtico despropósito los minutos inmediatamente posteriores al descanso y ello fue una pesada losa para el resto del encuentro.
Las rumanas, que se juegan toda la temporada a la carta de la EHF, leyeron a la perfección los puntos débiles de las lizartarras. Con un ritmo veloz -también a veces acelerado- en los saques de centro y las contras, el Rulmentul pilló por sorpresa a las navarras y taladró el centro de su zaga con una Stanca a la que no consiguieron parar en el pivote.
Eso y las oportunidades de disparo de que dispuso Barbosa -hasta 15 lanzamientos- fueron el quebradero de cabeza de las locales. Brasileña y rumana anotaron nada menos que 16 goles de los 23 finales que sumaron las visitantes.
Entre tanta concesión, Navarro con sus paradas y Carla con sus obuses mantenían vivo al Itxako, que llegó a perder de dos (20-22) a falta de ocho minutos para el final. Ambros Martín se desgañitaba en la banda tratando de poner orden, sin suerte, y sólo un arreón de orgullo en el último tramo evitó la derrota.
Ahora, las amarillas deberán buscar la victoria en la bella ciudad medieval de Brasov si quieren repetir final europea, con partido liguero entre semana ante el Vícar Goya y largo viaje de por medio. Al menos, saben que, a poco que mejore su juego, tendrán bastantes más opciones que ayer.
Aunque no contento, el empate final fue el mal menor para las pupilas de un Ambros Martín que señaló al comienzo del segundo tiempo como un momento clave que influyó en el resto del encuentro. «Ha sido una pena ese tramo porque ha marcado el transcurrir del partido y ha evitado que la victoria fuera nuestra», señaló.
Al menos, el equipo no acabó perdiendo, «algo que es importante» y se podrá recurrir a la heróica para la vuelta y al hecho de que «quizás ya se vean finalistas y eso sea una ventaja a nuestro favor porque conocemos su pista y no tenemos miedo a ningún rival», apuntó el técnico canario.
Martín no eludió la circunstancia de que el marcador final se había producido, por un lado, «por nuestros propios errores», y también por el empuje de las rumanas, «quienes han venido a por todas y han sabido aprovecharse a la contra de todos esos fallos».
Puestos a explicar la decepción que sufrieron las gradas de Lizarreria, que contaron un importante apoyo de seguidores centroeuropeos, el preparador amarillo recurrió a «la carga de partidos, el que la mente no está tan fresca a estas alturas de temporada, y al hecho de que queríamos hacerlo lo mejor posible y ello nos ha llevado a la precipitación».
La histórica campaña que está firmando Itxako no le deja margen ni para digerir el resultado. «Tenemos un partido importantísimo el jueves ante el Vícar Goya y poco tiempo para preparar el encuentro de vuelta, pero intentaremos pasar», prometió.
N.M.
Itxako Navarra tiró por la borda una diferencia de hasta tres goles que cosechó en la primera parte. En la segunda fue perdiendo de dos.