Una moto atropelló a dieciséis espectadores e hirió de gravedad a tres
Boonen logra su tercer éxito en una París Roubaix marcada por los accidentes
El flamenco supo superar una fuerte caída y se vio favorecido por las de todos sus principales rivales en la parte final. Pozzato y Hushovd subieron al podio.
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Tom Boonen logró su tercera victoria en la París Roubaix y lo hizo con más autoridad que en las anteriores porque fue el más fuerte de una prueba que se caracterizó por los accidentes. El flamenco llegó en solitario por delante de Filippo Pozzato, el ex compañero contra el que ha realizado declaraciones críticas en las últimas semanas y que demostró mayor deportividad al felicitarle cuando le dobló en la vuelta final del velódromo.
Tom Boonen tuvo que sobreponerse a una caída para lograr la victoria y se vio favorecido por las que sufrieron en la parte final los únicos cinco rivales que pudieron aguantarle en su último ataque. A pesar de las secuelas evidentes de la caída que sufrió, el del Quick Step corrió de una manera muy agresiva con constantes ataques, en el pavés e incluso fuera de él, y realizó la selección definitiva a 48 kilómetros de meta.
Sólo pudieron seguirle dos corredores del Silence -Hoste y Van Summeren-, Pozzato (Katusha), Hushovd (Cervélo) y Flecha (Rabobank). El entendimiento entre ellos fue perfecto y ganaron tiempo con respecto a un segundo grupo en el que el Saxo Bank trabajaba para un Cancellara que no ha llegado a las clásicas de Primavera como en las temporadas anteriores y acabó muy justo la prueba.
Si la primera selección importante la realizó Boonen, las restantes estuvieron motivadas por las caídas. Flecha, muy ambicioso en toda la prueba, se cayó al coger mal una curva y con él se fueron al suelo los dos corredores del Silence Lotto y Pozzato tuvo que pararse para evitarlos. Por eso quedaron a falta de diecisiete kilómetros solos en cabeza Boonen y Hushovd, que también se cayó y dejó al flamenco con todo a favor.
A partir de ahí la clásica se redujo a una prueba de persecución en la que Boonen ganó tiempo con el apoyo de su público progresivamente con respecto a un Pozzato que era abucheado por los seguidores del flamenco. Por detrás se formó un terceto en el que Hushovd fue más rápido que los dos corredores de Silence Lotto, aunque la sensación que quedó fue que Haussler era el hombre fuerte del equipo de Sastre.
Hincapie se vio distanciado del grupo de cabeza por culpa de un accidente mecánico y entre los vascos los más destacados fueron Imanol Erviti, Pedro Horrillo y Aitor Galdos, que aguantaron en el pelotón principal hasta que el Saxo Bank comenzó la batalla en el control de avituallamiento y Tom Boonen protagonizó su festival.
Ellos tres fueron junto a Markel Irizar los únicos vascos que pudieron terminar la prueba en una demostración de que son los que mejor asumen la dureza y la longitud de estas grandes clásicas junto con un Koldo Fernández de Larrea que fue sexto en la Gante-Wevelgem.
Accidente con una moto
Una moto de la organización perdió el control cuando salía de una curva junto con el primer grupo a unos sesenta kilómetros de meta y atropelló a una quincena de espectadores que seguían la carrera. Tres de ellos resultaron heridos de gravedad y fueron trasladados en helicóptero a un centro hospitalario, aunque no se temía por la vida de ninguno de ellos, según indicó un portavoz de los responsables de su traslado.