Morales finaliza la huelga de hambre tras aprobarse la nueva Ley Electoral
El presidente boliviano, Evo Morales, y una quincena de dirigentes sociales pusieron punto final a la huelga de hambre después de que el Congreso aprobara la Ley Electoral, clave para la convocatoria de elecciones presidenciales en diciembre y para materializar los cambios recogidos en la nueva Carta Magna, aprobada con el 61,43% de los votos. El Gobierno ha necesitado seis días de negociaciones y nueve horas de intenso debate para alcanzar este acuerdo.
GARA |
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha ganado una nueva batalla. Tras casi una semana de negociaciones y nueve horas de debate, el Congreso aprobó la Ley Electoral Transitoria, clave para poder convocar elecciones presidenciales el 6 de diciembre y desarrollar la Constitución, que logró el 61,43% en el referéndum celebrado en enero.
El gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) y la oposición llegaron a un consenso el lunes. Horas más tarde, ya de madrugada en Bolivia, el Parlamento aprobó definitivamente el texto, de 83 artículos.
Inmediatamente después, Morales dio por finalizada la huelga de hambre que inició hace una semana en el Palacio de Gobierno de La Paz junto a líderes sociales y sindicales para denunciar los obstáculos de la oposición e impulsar la aprobación de la ley. Ello le permitirá asistir a las cumbres del ALBA y de las Américas, en la que presentará una propuesta para exigir a Estados Unidos el levantamiento del bloqueo económico y comercial a Cuba.
De este modo, se pone fin a esta nueva crisis política, si bien en el camino se han tenido que introducir 23 modificaciones al texto original. Una de ellas concierne a la elaboración de un censo con técnicas modernas, una de las demandas principales de la oposición.
Al Estado boliviano le costará 35 millones de dólares confeccionar este nuevo padrón, que incluirá registros digitalizados de fotografías, huellas dactilares y firmas de los votantes.
«Vamos a tener un reempadronamiento no sólo moderno sino absolutamente incluyente de todos los ciudadanos del campo y la ciudad, de todas las regiones, hombres y mujeres, porque la mejor manera de construir un país, una comunidad de destino histórico y una convivencia armónica entre bolivianos es precisamente facilitando la mayor participación ciudadana», subrayó el ministro de Autonomías, Carlos Romero.
Otro de los puntos que mayor discordia ha generado es la cuota de representación parlamentaria de los colectivos indígenas. Finalmente, tendrán ocho escaños. «Hemos incorporado los avances cualitativos más significativos que se contemplaban ya en la Constitución, entre otros, la posibilidad de que las minorías indígenas accedan a la representación legislativa a razón de un escaño por cada uno de los nueve departamentos, excepto el sureño Potosí, de mayoría quechua, que, a diferencia de los ocho restantes, no contiene en su jurisdicción minoría étnica alguna», explicó Romero.
La ley alberga también «la posibilidad de incorporar a la ciudadanía a los compatriotas residentes en el exterior». Unos 300.000 bolivianos viven en 13 países de América, Asia y Europa. Sin embargo, este «censo exterior» no podrá ser superior al 6% del padrón nacional.
Tras la aprobación, Morales llamó a la unidad para continuar «las transformaciones profundas». «Solos será imposible garantizar este proceso revolucionario», resaltó.
La noticia llenó de alegría a las comunidades indígenas. Decenas llegaron a la Plaza de Armas de La Paz para celebrar la promulgación de la Ley Electoral. «Para nosotros es una fiesta, después de que la derecha política y regional intentó sabotear la Ley Electoral que va a fortalecer la democracia», remarcó a los medios Isaac Avalos, dirigente agrícola y aliado de Evo Morales, con quien realizó la huelga de hambre. Afirmó que los indígenas seguirán luchando para lograr una mayor representación en el Parlamento. Por su parte, el vicepresidente Alvaro García Linera remarcó que el 25 de enero «el pueblo optó por una nueva Constitución que garantice la justicia para todos, el fin de la discriminación, el colonialismo y el racismo».
En alusión al rechazo frontal de la oposición a la Ley Electoral Transitoria, consideró que inició «una conspiración en contra de las elecciones» porque «las fuerzas neoliberales del golpismo que dominan el Senado ahora se sienten derrotadas, sin apoyo social, sin programa y sin líder». «La derecha neolibral no quería la ley, la derecha golpista no quería elecciones nacionales y comenzó a dilatar las negociaciones, pretexto tras pretexto», insistió.
Destacó también la importancia de la huelga de hambre de Evo Morales -a lo largo de su trayectoria política, ha realizado 18 ayunos- porque aceleró el proceso. «Si no hubiera sido por esta heróica huelga de hambre del presidente, el Congreso no habría aprobado la ley y hubiéramos seguido soportando el chantaje y sabotaje de una pequeña minoría»,subrayó.
