El Gobierno español alaba a la Policía y sus sindicatos se querellan contra Conde-Pumpido
GARA |
La vicepresidenta primera y portavoz del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó ayer que la acusación vertida el jueves por el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, de que la Policía no colaboraba en la vigilancia de la izquierda abertzale respondía a «un malentendido en un tema procedimental» que ya ha sido seleccionado. A esto añadió que el Ejecutivo tiene «plena y total» confianza en el «extraordinario» trabajo que lleva a cabo el Cuerpo Nacional de Policía y el resto de FSE.
«Ha sido un malentendido en un tema procedimental que, en cualquier caso, no ha afectado a la investigación en curso», aseguró María Teresa Fernández de la Vega, que insistió en que «el lío que haya podido haber» ha quedado «aclarado» tras unas declaraciones posteriores del propio fiscal general del Estado.
Querella sindical
Quienes no consideran que todo haya quedado ya aclarado son los sindicatos policiales que presentarán conjuntamente una querella contra el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, porque aseguran que «ha imputado a 61.000 funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía un comportamiento delictivo». Los representantes de los policías entienden que es especialmente grave la acusación del fiscal general en «una materia tan sensible» como es la «lucha antiterrorista» y en la que los agentes «han demostrado solvencia, seriedad, constancia y sacrificio» y piden que responda de ella en sede judicial.
Asimismo, SUP, CEP, UFP y SPP reiteraron su llamamiento de la víspera a la cúpula del Ministerio del Interior para que se pronuncien sobre las «descalificaciones»vertidas ayer por Conde-Pumpido. Además, los sindicatos extendieron ayer su exigencia a la Junta de Gobierno de la Policía. De todos ellos, aseguran: «Su silencio les convierte en cómplices. Si miran hacia otro lado darán cobertura a un ataque injusto e irresponsable. Cada día que pase y no se pronuncien les hará pasar a la historia de nuestro Cuerpo como la cúpula que permitió, sin oponer la más mínima resistencia, el insulto y el intento de descrédito de todo nuestro colectivo».