Investigaci�n por fraude en el puerto de Donibane Lohizune
Unos treinta profesionales de la pesquer�a del puerto de Donibane Lohizune-Ziburu estar�an implicados, seg�n la investigaci�n realizada por la Gendarmer�a mar�tima, en pr�cticas fraudulentas. Las presuntas irregularidades est�n relacionadas con la pesca de at�n rojo cuya comercializaci�n, tras haberse superado las cuotas autorizadas, se habr�a efectuado bajo otra denominaci�n. Si el juzgado decide abrir una instrucci�n podr�a haber procesados en el caso.
Arantxa MANTEROLA |
Seg�n una informaci�n publicada por �Le Journal du Pays Basque�, la Gendarmer�a mar�tima del Pa�s Vasco est� investigando presuntas irregularidades relacionadas con la pesquer�a que habr�an tenido lugar en el puerto de Donibane Lohizune-Ziburu. La investigaci�n que la Gendarmer�a comenz� hace un a�o y medio afectar�a a unas treinta personas, entre pescadores, mayoristas y personal de la lonja del puerto labortano.
Las pesquisas habr�an revelado que las cuotas de pesca autorizadas para el a�o 2007 fueron superadas con creces y tambi�n que se comercializaron grandes cantidades de at�n rojo encubierto bajo apelaciones de otros t�nidos diferentes como el patudo (m�s graso que el at�n rojo), lo que permit�a a los pescadores continuar faenando y descargando m�s at�n rojo del establecido en las cuotas.
Al parecer y aunque la C�mara de Comercio e Industria de Baioina, concesionaria del �nico puerto de pesca de Ipar Euskal Herria, dice ignorar los presuntos hechos, se tratar�a de un �secreto a voces� ya que en esta pr�ctica estar�an implicados diversos agentes portuarios como mayoristas y personal de la lonja donde se almacena y subasta el pescado.
Pr�ctica extendida
Aunque todav�a no se ha abierto oficialmente una instrucci�n judicial, el asunto podr�a tener repercusiones y no �nicamente en el puerto vasco sino tambi�n en otros del Estado donde tambi�n se han detectado pr�cticas similares. De hecho, parece ser que fueron los pescadores de la Turballe en Breta�a quienes, tras la prohibici�n de pescar anchoa se dedicaron a la captura del at�n rojo sin autorizaci�n e iniciaron la venta bajo otras denominaciones como el patudo o, incluso, el chicharro, lo que tuvo como consecuencia directa la bajada del precio del at�n.
Adem�s del fraude respecto a cuotas y apelaciones, es de destacar que el at�n rojo es una especie en peligro de extinci�n y que todos los a�os, cuando se negocian las cuotas, el debate entre representantes gubernamentales y la comunidad cient�fica implicada en su conservaci�n suele ser m�s que acalorado.
Para 2009 los cient�ficos preconizaban, entre otras medidas, una cuota de 15.000 toneladas para paliar la sobreexplotaci�n del recurso pero finalmente han sido 22.000 toneladas las aprobadas por Bruselas. Lo que m�s les preocupa, sin embargo, es que en realidad las capturas llegar�n a duplicar dichas cuotas como ya ha sucedido en otras campa�as.
La pesca de esta especie t�nida muy apreciada en Jap�n que absorbe el 80% de la producci�n, se efect�a sobre todo en el Mediterr�neo, lugar de reproducci�n del at�n rojo. Durante dos meses, cerca de mil nav�os de diferente talla, entre los cu�les franceses, espa�oles e italianos son mayor�a, faenan en sus aguas. La campa�a de este a�o comenz� el pasado 15 de abril.
En 2007, el Estado franc�s rebas� cerca del doble la cantidad de at�n rojo que pod�a capturar. Se le hab�a adjudicado una cuota de 5.593 toneladas y se pescaron 10.108 toneladas. Seg�n las cantidades declaradas, es el primer productor con el 20% seguido del Estado espa�ol (16%).
Despu�s del �tir�n de orejas� de Bruselas a siete pa�ses de la UE, entre ellos al Estado franc�s, el gobierno ha anunciado un aumento de los controles de capturas de at�n rojo y pondr� un observador oficial por barco para verificarlas.
Bruselas ha denunciado a diversos pa�ses europeos porque los profesionales de la pesca no aportan informaci�n suficiente sobre sus capturas y porque, adem�s, reducen las cantidades reales para encubrir que rebasan las cuotas autorizadas. El a�o pasado estableci� medidas dr�sticas para evitar la sobrepresca del at�n rojo.