GARA > Idatzia > Iritzia > Paperezko lupa

Maite SOROA | msoroa@gara.net

El escándalo de Conde-Pumpido

Hay días en que es mejor no levantarse de la cama. Eso debió de pensar anteayer el presidente del Gobierno español al enterarse de las declaraciones del presidente del Banco de España y de las del fiscal general del Estado, que pudieron la olla informativa a hervir.

Dijo Conde-Pumpido que la Policía no le había ayudado gran cosa en la persecución de la izquierda abertzale y los opinantes oficiales de la prensa se picaron como monos.

En «La Razón», Antonio M. Beaumont sentenciaba: «o lo dicho por el fiscal general del Estado es falso y, por ello, una barbaridad incompatible con el desempeño de tan alto cargo institucional; o es verdad y entonces la acusación que hace es de tal gravedad que merecería la destitución inmediata de Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior». No se lo pone fácil a Zapatero, ¿verdad?

El editorialista del mismo rotativo no ocultaba su estado de histeria y señalaba que Conde-Pumpido «no aclaró si esos choques, en los que según parece también interviene el juzgado de Baltasar Garzón, se han limitado a unos pocos procedimientos o si vienen de antiguo. Dicho de otro modo, urge esclarecer si los desencuentros de la Fiscalía con la Policía afectaron a la legalización parcial de un centenar de listas de ANV y a las que presentó en su día el PCTV. También si puede verse afectada la investigación de las listas que el brazo político de ETA presentará a las elecciones europeas». Ahí les aprieta el zapato.

También el escribiente de Pedro J. Ramírez protestaba en «El Mundo» por las «insólitas declaraciones» de Pumpido y exigía medidas: «resulta extraordinariamente alarmante que el fiscal general del Estado se lamente en público de la falta de colaboración (...) en una cuestión tan prioritaria como la política antiterrorista (...) Zapatero tendría que intervenir para resolver esta situación». O sea, tirarle de las orejas a Pumpido. O cesarlo. Mala papeleta.

Según Germán Yanke en «Estrella Digital», Rubalcaba «se daba golpes en la cabeza» por el espectáculo que describía así: «el no va más: el fiscal general del Estado dando una bofetada dialéctica en público nada más y nada menos que a la Policía Nacional». Ya tienen el escándalo servido. ¡Qué gracioso!

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo