La preocupación embarga a los familiares de los tres ciudadanos vascos -Jurdan Martitegi, Alex Uriarte y un tercero que podría ser Gorka Azpitarte- detenidos en la tarde del sábado en Montoriol, después de que ayer se difundiera que los vecinos de la localidad escucharon un disparo en el momento de producirse las detenciones. Los intentos de los allegados y su abogado por esclarecer los hechos chocaron con el completo hermetismo oficial. Se asegura que los tres arrestados se encuentran en la comisaría de Montpellier, a la espera de ser llevados a París.

La información trascendió después de que el ex alcalde de Montoriol afirmase de que se oyó «un disparo y un grito». Añadió que los detenidos estuvieron «entre media hora y 40 minutos» en el lugar. La información oficial no ha dado ningún dato sobre lo ocurrido allí, y en las versiones difundidas por las agencias sólo se citan cuestiones más anecdóticas.

Esta situación fue denunciada en la manifestación que ayer por la tarde tuvo lugar en Durango, de donde es vecino Martitegi. Allí, 350 personas participaron en una protesta contra las detenciones. Mientras se mantenga la incomunicación de los apresados se reunirán, a las 20.00, en la plaza Txiki-Otaegi.

En Errenteria, 200 personas participaron en una asamblea y posterior manifestación. La movilización se repetirá hoy, a las 20.00, en Herriko Plaza. En Gasteiz, hubo una asamblea informativa a la tarde y hoy, a las 20.00, en la Plaza de Correos, se anuncia una nueva protesta.

Desde primera hora de la mañana se conocía que Jurdan Martitegi y Alex Uriarte fueron los arrestados en la operación conjunta de las policías francesa y española en Montoriol -sobre el tercero se han dado varios nombres-, mientras en Gasteiz se apresaba a Asier Ortiz de Guinea, Olaritz Arakama y Jonathan Guerra; Sergio Bravo, en Bilbo; Gorka Iriarte, en Errenteria; e Igor García en Otxandio.

Fuentes policiales francesas avanzaron que Martitegi será trasladado hoy desde las dependencias de la Policía Judicial de Montpellier, a donde fue enviado en la noche del sábado, a París. Siguiendo el proceso habitual, el durangarra debería ser llevado a la capital francesa no más tarde de 96 horas después del arresto, el plazo máximo de cuatro días para que los detenidos en «casos de terrorismo» estén en manos de la Policía.

Ya en París, permanecerán arrestado en la sede de la Subdirección Antiterrorista de la Policial Judicial, donde se les interrogará antes de pasar a disposi- ción judicial. Martitegi tiene pendiente una orden de búsqueda y captura dictada en el año 2006 por el juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón.

Registros en Euskal Herria

En Euskal Herria, tras una noche de registros, con al menos cuatro según la agencia de noticias Europa Press, efectivos de la Policía española trasladaron a la pareja conformada por Ortiz de Guinea y Arakama a una vivienda ubicada en el número 42 de la calle Cuchillería, en el Casco Viejo de la capital alavesa, donde permanecieron entre las 10.45 y las 13.00.

La joven salió de la casa sobre las 11.20 custodiada por agentes encapuchados y hasta alrededor de las 13.00 no abandonó el interior del piso su compañero. Mientras se encontraban en el lugar, los arrestados recibieron gritos de apoyo de los vecinos que allí se concentraron, como ocurrió también en Otxandio.

Al tiempo que se producía este registro en Gasteiz, en Catalunya Nord, en la localidad de Montoriol, su alcalde, Patrick Mauran, desveló que la detención de Martitegi, Azpitarte y Uriarte se produjo cuando el durangarra circulaba con su coche junto a una pequeña iglesia en las proximidades del cementerio, donde fue sorprendido por un importante dispositivo policial que le aguardaba.

Desveló que, al mediodía del sábado, el despliegue de una quincena de vehículos, un hecho inusual en un tranquilo pueblo de 200 vecinos rodeado de viñedos, levantó sus sospechas. Fue a preguntar que ocurría, y un policía de paisano le explicó que estaban preparando una operación que no estaba relacionada con la localidad y que no se preocupara porque «todo sería muy rápido».

Mauran explicó que los agentes, todos vestidos de paisano y con vehículos sin identificación policial, le pidieron detalles sobre el camino que lleva de la pequeña iglesia al cementerio. Además, según el alcalde, se mostraron muy interesados por conocer las distintas vías de salida que podía haber desde este camino forestal aledaño al camposanto de Montoriol.

Emboscada junto al cementerio

Hacia las 18.00, los policías tendieron una emboscada y detuvieron en las cercanías del cementerio a Jurdan Martitegi y a Gorka Azpitarte y Alex Uriarte, que viajaban en dos vehículos, uno con matrículas españolas y otro con francesas, según desveló Patrick Mauran.

Mientras se conocían detalles de la operación en este pequeño pueblo cerca de Perpinyà, en Madrid, el ministro español de Interior aseguraba que Martitegi ¯al que definió como «jefe militar de ETA- fue detenido cuando mantenía una cita previa para ofrecer un «cursillo de aprendizaje» a un nuevo comando que preparaba un atentado. Alfredo Pérez Rubalcaba relató que la operación nació del seguimiento al gasteiztarra Alex Uriarte, al que atribuyó la responsabilidad al frente de un comando, y que se actuó tras la reunión de «algo más de dos horas» entre los tres arrestados en Montoriol.

A estas personas, según Pérez Rubalcaba, se les incautó material explosivo «en pequeña cantidad», un par de fiambreras, tres pistolas, documentación y material informático.

A preguntas de los periodistas sobre el grado de responsabilidad de Jurdan Martitegi en la estructura de ETA, el ministro dijo tener la impresión de que en este momento «esto del uno, dos y tres» en la organización armada vasca está «por lo menos en discusión, ya que su nivel organizativo no atraviesa los menores momentos». Además, reiteró el mensaje de que no sabía si ETA tenía ya sustituto para Martitegi pero indicó que, en cualquier caso, «las Fuerzas de Seguridad le están buscando ya y puedo asegurar que será detenido». Añadió que la Policía española piensa que el durangarra era el «sustituto« de Aitzol Iriondo y antes de Garikoitz Aspiazu, ambos detenidos en el Estado francés el 17 de noviembre y 8 de diciembre de 2008 respectivamente, acusados de dirigir el «aparato militar de ETA».

El responsable español de Interior felicitó a las policías española y francesa por su «excelente trabajo», destacando que la colaboración entre ambos estados «funciona» contra la organización armada vasca y da los frutos deseados. Indicó que aunque las FSE realizaron el «trabajo previo» de investigación, fue en Catalunya Nord donde se produjo el desenlace.

En esta línea, el magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, alabó la colaboración entre los gobiernos de Madrid y París. En una inusitada entrevista concedida a la Cadena SER en la noche del sábado, poco después de la operación, no quiso entrar a valorar el grado de responsabilidad de Jurdan Martitegi en la estructura de ETA, aunque aclaró que la organización se «regenera casi permanentemente» y jueces y policías tienen la obligación de «presentar resultados».

«Es un jefe importante de un comando, pero no el jefe militar», manifestaron fuentes oficiales en París, que precisaron incluso que entre las fuerzas de seguridad francesas «circula otro nombre».