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Operación policial franco-española

Le Vert y Garzón simultanean los interrogatorios a los detenidos

A medianoche, en París y Madrid continuaban desarrollándose las comparecencias judiciales de los ciudadanos vascos detenidos el pasado sábado. La juez Le Vert agotó el plazo de incomunicación contra los arrestados en Montoriol, de modo que sólo se conocían las posibles imputaciones fiscales. Mientras, en Madrid Baltasar Garzón les hizo pasar por su despacho al mismo tiempo. Policías de los dos estados colaboraron antes en la redada y los interrogatorios.

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GARA | IRUÑEA

Cinco horas después de entrar en su despacho, el juez de la Audiencia Nacional española Baltasar Garzón seguía anoche sin dar a conocer su decisión sobre los cinco ciudadanos vascos detenidos en Euskal Herria el sábado -dos más quedaron en libertad poco después-: Asier Ortiz de Guinea, Igor García, Jonathan Guerra, Sergio Bravo y Gorka Iriarte.

La comparecencia judicial se produjo de modo simultáneo a la entrada en los juzgados de París de los tres detenidos en la localidad catalana de Montoriol: Jurdan Martitegi, Alex Uriarte y Gorka Azpitarte. Toda la operación ha estado coordinada al segundo por los aparatos policiales y judiciales de los dos esta- dos. Desde el primer momento se remarcó que la Policía española había realizado la investigación que llevó a la redada ejecutada por la Policía francesa en Montoriol y la española en Gasteiz, Otxandio u Orereta. Las detenciones fueron casi simultáneas. Luego se confirmó que agentes de ambos cuerpos habían participado en los interrogatorios de Montpellier. Y Garzón hizo pasar por su despacho a los detenidos al cumplirse el cuarto día de incomunicación, a la vez que Le Vert. Lo hicieron tras levantárseles la incomunicación y asistidos por sus abogados.

En París

La Policía y los tribunales franceses, por su parte, agotaron hasta el último minuto, e incluso más allá, el periodo tope de 96 horas de incomunicación. Martitegi, Uriarte y Azpitarte no pasaron a disposición judicial hasta pasada media tarde, y cerca de la medianoche todavía se esperaban noticias.

Así pues, a esa hora únicamente se conocía la acusación fiscal, que apuntaba a que iban a imputárseles «asociación de malhechores», así como «posesión de armas» (se intervinieron tres pistolas), «robo de vehículo» y «matrícula falsa» en el caso de Martitegi y Azpitarte, de quienes se dicen que fueron juntos al encuentro con Uriarte.

La investigación judicial hace referencia también a delitos como «posesión, transporte y fabricación de explosivos», aunque no consta que se haya en- contrado ninguna vivienda.

Antes de que París concretara las imputaciones, la Audiencia Nacional se anticipó el lunes y dictó procesamiento contra Jurdan Martitegi al acusarle de la colocación de la furgoneta-bomba que destrozó el cuartel de Legutio en mayo de 2008, atentado en el que murió un agente de la Guardia Civil.

Sin imágenes

Al contrario de lo ocurrido en otras ocasiones anteriores con detenciones a las que Madrid quiere dar relieve mediático, esta vez se puso celo en evitar imágenes de los ciudadanos vascos. Fueron sacados de la comisaría de Montpellier en torno de las 5.30, sin siquiera esperar a la luz solar, para desesperación de las cámaras y periodistas que llevaban casi cuatro días esperando ese momento.

El traslado a París se había aplazado en numerosas ocasiones, con el argumento de que la jueza Laurence Le Vert quería analizar primero la documentación intervenida a los detenidos, pese a que sólo se les incautaron las pertenencias que llevaban encima y en sus vehículos.

Los tres vascos fueron llevados a la capital francesa en avión, después de permanecer un periodo inusualmente largo en la comisaría cercana al lugar en el que produjo la detención. Fue un portavoz de la Policía francesa el que admitió el lunes que allí fueron interrogados no sólo por policías franceses, sino también por agentes españoles, al menos durante las primeras horas o días.

Movilizaciones

Mientras tanto, en todas las localidades de los detenidos se realizaron anoche movilizaciones que se iniciaron con asambleas informativas a la espera de las noticias que llegaran de Madrid y París, en las que predominó la preocupación por la situación de los detenidos.

Así, en Eskoriatza, localidad de Gorka Azpitarte, se concentraron 60 personas. Siguiendo con Gipuzkoa, en Orereta -de donde es Gorka Iriarte- fueron 80 los reunidos. En Durango, pueblo del que es natural Jurdan Martitegi, se movilizaron 210 vecinos. En Otxandio -en apoyo a Igor García- se han llevado a cabo concentraciones a diario.

En Gasteiz fueron cerca de 400 vecinos los que participaron en la manifestación más numerosa de la tarde de ayer. En la capital alavesa hoy también se prevé celebrar una asamblea informativa, a partir las 20.00 en Correos.

PARÍS

La jueza Laurence Le Vert afirmó que tenía intención de realizar interrogatorios exhaustivos a los arrestados. De hecho, afirma que ha ido demorando el traslado a París para prepararlos con detalle.

MADRID

Los cinco vascos capturados en Euskal Herria entraron en el despacho de Baltasar Garzón poco antes de las 19.00, y el último de ellos comenzó a declarar a las 23.00. Se les había levantado la incomunicación.

Gasteiz, ejemplo y víctima del «estado de excepción»

La mayoría de los detenidos en la última redada franco-española son gasteiztarras. De hecho, el movimiento pro-amnistía informó ayer de que junto a Jonatan Guerra fue detenida otra persona, aunque quedó libre poco después, de modo que el número total de arrestados fueron diez, ocho de ellos vecinos o naturales de la capital alavesa. Este dato no refleja sino la dinámica represiva sufrida por los vecinos de esta ciudad en los últimos tres meses.

Y es que, tal como denunciaron ayer en rueda de prensa, lo ocurrido en Gasteiz en este tiempo es un ejemplo claro del embate represivo que sufre Euskal Herria, dado que se ha saldado con 18 gasteiztarras detenidos -tal como se muestra en la cronología publicada en esta página-, una veintena de registros, ocupación policial de calles y barrios, amenazas, agresiones y citaciones judiciales.

Junto a representantes del movimiento pro-amnistía,comparecieron ante los medios varios vecinos y vecinas de Gasteiz, que portaban carteles con fotografías de las últimas operaciones policiales.

Además de detallar cronológicamente los «ataques represivos» vividos desde el pasado 24 de enero, cuando se produjo la operación contra D3M y Askatasuna, desde el movimiento antirrepresivo valoraron que este país se halla ante «un estado de excepción en el que la represión ejercidas por los estado español y francés es el pan de cada día», y sostuvieron que la única forma de salir de él es «la consecución de los derechos democráticos de este pueblo». «Sabemos que estos derechos no nos los va a regalar nadie y que nosotros mismos tendremos que pelearlos», agregaron, e hicieron un llamamiento a secundar las movilizaciones organizadas.

Hoy, a las 20.00, está convocada una asamblea informativa en Correos. Mañana a mediodía se hará una concentración en la plaza del Arca y una manifestación a las 20.30 desde la Virgen Blanca. I.B.

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