Análisis | Seguridad y salud en el trabajo
La prevención se convierte en un desafío en tiempos de crisis
En épocas de crisis los trabajadores abocados al paro presentan peores registros de salud que los que se mantienen en activo, pero éstos ven aumentada su carga de trabajo, sufriendo un mayor estrés laboral y, como consecuencia, mayores índices de enfermedad y mortalidad.
Jukka TAKALA Director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
La crisis afecta a la salud de los trabajadores que pierden su empleo y a los que lo conservan en condiciones más precarias, por lo que el director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo subaya la necesidad de extremar la prevención de riesgos.
En este 28 de abril, debido a la difícil situación que atraviesa la economía, no sólo europea, sino mundial, hablar de prevención de riesgos laborales y de seguridad y salud en el trabajo se convierte más que nunca en un desafío. En época de crisis, es una realidad que la actividad económica sufre una recesión que se traduce en pérdida de numerosos puestos de trabajo, que nos hace esperar una reducción en el número de accidentes laborales. Pero, al mismo tiempo, los trabajadores abocados al paro presentan, en general, peores registros de salud que los trabajadores en activo.
Por otra parte, la gente que conserva su empleo en circunstancias de crisis experimenta, generalmente, un aumento de su carga de trabajo, como resultado del recorte de plantilla.
Hay suficientes estudios epidemiológicos de calidad que muestran que los índices de mortalidad y enfermedad de estos trabajadores sujetos a estrés laboral, son más elevados que la media. Hay guías y numerosos buenos ejemplos sobre «reestructuración socialmente responsable» a los que deberíamos prestar atención. No olvidemos que, cuando superemos la crisis actual, el problema a largo plazo para la Unión Europea será la carencia de trabajadores sanos y cualificados. Y aunque las compañías puedan necesitar despedir gente hoy, necesitarán que vuelvan a trabajar y en plena forma, en el futuro.
Todo esto implica que la protección de la salud y la seguridad, tanto para los trabajadores como para los desempleados es y debe ser un tema crucial también en tiempos de crisis.
Previas recesiones económicas han mostrado que muchos de los trabajadores despedidos, sobre todo los mayores de 55 años, no fueron capaces de volver a trabajar, y acabaron con incapacidades permanentes o de larga duración. Es una población trabajadora reducida, además, la que tiene que asumir la cobertura de estas pensiones.
Es en tiempos de recesión económica, recortes de plantilla e incertidumbre financiera cuando una prevención sólida puede sentirse amenazada. Suposiciones erróneas pueden conducir a ignorar o minimizar la importancia de la seguridad y la salud en el trabajo.
Sin embargo, desde la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo defendemos que la prevención de riesgos laborales debería ser considerada una inversión a largo plazo, incluso en tiempos de crisis.
La prevención es un asunto ético y moral, pero es también un asunto de competitividad y productividad empresarial.
La propia estrategia comunitaria de seguridad y salud 2007-2012 declara que las empresas que invierten en políticas activas de prevención para la protección de la salud de sus trabajadores obtienen resultados tangibles, como la reducción de los costes derivados del absentismo, disminución de la rotación del personal, aumento de la satisfacción de los clientes, incremento de la motivación de los trabajadores y mejora de la imagen de la compañía. La seguridad y la salud laboral contribuyen de esta forma a que los sistemas sociales de protección sean sostenibles, porque ayudan a reducir los costes de los accidentes y enfermedades laborales.
En general, yo diría que la sensibilización hacia los riesgos ha crecido y la seguridad y salud laboral se está convirtiendo en un tema central del enfoque empresarial integral.
Espero que, aunque sea en una pequeña parte, la Agencia Europea haya contribuido a este cambio de tendencia, a través de sus actividades de intercambio de buenas prácticas y campañas informativas de sensibilización en toda la Unión Europea.
La Agencia y yo, como su director, estamos convencidos de que las campañas de sensibilización son una herramienta excelente para estimular y empujar a las empresas a gestionar los riesgos laborales. La legislación y el control de la Inspección de Trabajo son, desde luego, esenciales, pero parecen no ser suficientes. Así que pueden completarse con información y sensibilización, que es la labor de nuestras campañas.
Una estrategia destinada a promover la cultura de la prevención debe dirigirse a toda la sociedad y proyectarse más allá de los lugares de trabajo y de los trabajadores. Es preciso crear una cultura general que valore la salud, la seguridad y la prevención de riesgos.
Su impacto a largo plazo, en términos de reducción de accidentes y enfermedades laborales, es difícil de valorar y de reivindicar, porque intervienen también muchos otros factores. Pero las campañas contribuyen, sin duda, al cambio de actitudes y comportamientos de los gestores, empresarios y trabajadores, que es donde reside la cultura de salud y seguridad.
La Agencia Europea está llevando a cabo en 2008 y 2009 una campaña para la promoción de la evaluación de riesgos, bajo el lema «Trabajos saludables. Bueno para ti. Buen negocio para todos».
Desde la adopción de la Directiva Marco 89/391, la evaluación de riesgos se ha convertido en un concepto familiar y cientos de miles de empresas en Europa evalúan sus riesgos de manera regular.
Sin embargo, en 2004, una comunicación de la Comisión Europea sobre la implantación práctica de la directiva y sus cinco directivas derivadas, subrayó la necesidad de aumentar el alcance y calidad de las evaluaciones de riesgos.
Se han detectado algunos errores de manera repetida, como que la evaluación se considera a menudo un asunto puntual; los riesgos no se evalúan ni se analizan de manera conjunta; sólo se tienen en cuenta los riesgos obvios e inmediatos, o que los problemas de salud a largo plazo, los factores psicosociales y de la organización del trabajo casi nunca se incluyen en las evaluaciones de riesgos.
La Agencia Europea apoya un enfoque progresivo de evaluación en cinco pasos: identificar los peligros y las personas en situación de riesgo; evaluar y priorizar los riesgos; decidir las acciones preventivas necesarias; adoptar las acciones preventivas y por último, hacer seguimiento y revisar la evaluación, cuando sea preciso.
Nuestra campaña promulga que la evaluación de riesgos es el punto de partida imprescindible para la gestión de riesgos. Posibilita a los empresarios entender la acción que tienen que llevar a cabo para mejorar la seguridad y la salud en el trabajo, al mismo tiempo que la productividad. En estos tiempos en los que el componente ético de nuestro mensaje sigue siendo importante, necesitamos más que nunca hacer hincapié en la viabilidad económica de lo que defendemos: que la seguridad y salud son un buen negocio.
Toda la información disponible sobre la campaña «Trabajos saludables» en la página web http://hw.osha.europa.eu