Los socios del FMI anuncian un acuerdo para duplicar sus fondos
El Director General del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, afirmó que la reunión del Fondo ayer permitió llegar a un consenso de los estados miembros sobre las medidas de reactivación y sobre la necesidad de sanear los bancos. No obstante, en la cumbre también aparecieron discrepancias cuándo comenzará la reactivación, la representación en los organismos multilaterales o el origen de la crisis mundial.
GARA |
El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, anunció que las medidas para reactivar la economía y el saneamiento de los bancos fueron los principales debates en la reunión del Consejo monetario y financiero internacional (CMFI), la instancia política del Fondo.
El comunicado publicado por el FMI después de esta reunión precisa que se instaba a los 185 estados los miembros «a tomar medidas suplementarias para garantizar la recuperación económica».
Strauss-Kahn informó también de que el CMFI había discutido «de la posibilidad, nunca utilizada» por el Fondo, de financiarse emitiendo obligaciones.
«Nos pusimos de acuerdo para aumentar los recursos disponibles para el FMI por medio de una financiación inmediata de sus miembros que se subían hasta 250.000 millones de dólares, incorporados a los nuevos acuerdos de empréstitos (NAE) más flexibles, hasta un importe total de 500.000 millones de dólares, y en examinar la llamada al mercado para pedir prestado en caso necesario», indicó.
El Comité apoyó «la duplicación de la capacidad de los préstamos en condiciones muy favorables (a tipo de interés mínimo) para los países con bajos ingresos», destacando al mismo tiempo que velaría por que eso no sobrecargue su deuda.
Divergencias
El optimismo relativo sobre una próxima reanudación de la economía mundial de los dirigentes políticos reunidos ayer en Washington en la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (el FMI) no borró sus divergencias sobre varias cuestiones clave.
Después de haber considerado la víspera que «la actividad económica debería comenzar a reanudar más tarde en el año» aunque persisten «fuertes riesgos», los grandes banqueros del G7 (Alemania, el Canadá, Estados Unidos, Estado francés, Gran Bretaña, Italia y Japón) se enfrentaron ayer a las los países emergentes que los consideran los responsables de la crisis.
«Esta crisis encuentra sus raíces en el centro del sistema capitalista moderno. Fue causada por una innovación financiera sin control y ha sido alimentada por la creación de una riqueza artificial por entidades financieras especulativas y no controladas», afirmó el Ministro argentino de Economía, Carlos Fernández, en una intervención delante del Comité monetario y financiero internacional (CMFI), la instancia política del FMI.
El Fondo preve este año un retroceso del Producto bruto mundial del 1,3%, el primero desde la Segunda Guerra Mundial, seguido de una ligera recuperación en 2010 (1,9%).
Las reuniones del FMI y del Banco Mundial este fin de semana en Washington dan prueba de la irrupción del G20 (que añade al G7 los principales países emergentes) como instancia de decisión sobre la escena internacional.
Nuevos recursos
Los Jefes de Estado y de Gobierno del G20 habían elaborado en su cumbre en Londres a principios de abril un catálogo de las medidas para salir de la crisis, articulándose esencialmente en torno al FMI.
Pero para desempeñar plenamente ese papel, éste necesita nuevos recursos, ya que sus préstamos se han duplicado en 15 meses hasta alcanzar a finales de marzo de 38.000 millones de dólares.
Contribuciones
En Londres, el G20 prometió aportar más de un billón de dólares suplementarios a las organizaciones financieras multilaterales, la mayor parte al Fondo. El secretario al Tesoro de EEUU, Timothy Geithner pidió en su intervención delante del CMFI que los grandes países emergentes contribuyan «a un nivel que corresponda a la fuerza de su posición financiera exterior», en una llamada velada a China, que tiene las mayores reservas de divisas del mundo.
Pero China, Brasil y Argentina, quieren que toda contribución se traduzca en una mejor representación en las instancias dirigentes.
«El FMI se ha arrepentido de varios de sus pecados originales. Pero debe todavía responder al primero de ellos que es su déficit democrático», destacó sábado al Ministro brasileño de Hacienda Guido Mantega. Indicó que su país no estaba dispuesto a discutir una contribución superior a los 4.500 millones de dólares ya prometidos «mientras no haya un instrumento adecuado» del FMI.
Tras congratularse por las reformas emprendidas, destacó que «esperamos sin embargo que la voluntad política avance más rápidamente en la dirección de una mayor representación de los países en desarrollo en esta institución». Llamó incluso a la reintegración de Cuba, que dejó el FMI en 1964.
«El FMI se enorgullece de ser una organización de carácter mundial», dijo Mantega, quien subrayó que «la omisión» es Cuba, el único país latinoamericano que no forma parte de la institución. «Ha llegado la hora de abrir las puertas a Cuba», afirmó.
Cuba no ha manifestado interés en reintegrarse a la institución. Mantega señaló que será decisión de Cuba solicitar la pertenencia, pero resaltó que «es más fácil pedirlo cuando las puertas están abiertas que cuando están cerradas». Geithner llegó a admitir una reforma más profunda del FMI que dé más influencia a los principales mercados emergentes en sus órganos de poder. El Consejo Ejecutivo del FMI cuenta con 24 directores que representan a los 185 países miembros, es el que toma las decisiones del día a día en el organismo.
«Apoyo la reducción del tamaño del Consejo de 24 a 22 sillas en 2010 y a 20 sillas para 2012, al tiempo que se preserva el número existente de sillas de los mercados emergentes y los países en desarrollo», explicó Geithner.
Activos tóxicos
En la práctica, esa propuesta implica la reducción de la presencia en ese órgano de Europa, que designa o tiene gran influencia en el nombramiento de nueve miembros, de los 24 existentes ahora. Otro tema de discordia es la cuestión de los «activos tóxicos» de los bancos, definida por el FMI como el nudo gordiano de la crisis. El Fondo considera que los bancos deben aún sacar de sus cuentas dos tercios de los 2,400 billones que poseen en activos «tóxicos».
Esta estimación levanta reticencias en Europa, donde los responsables políticos y económicos piden que se armonicen las normas contables entre los Estados Unidos y los otros países con el fin de poner en igualdad de condiciones en la evaluación de estos activos.
El acuerdo aprobó una financiación inmediata por parte de los miembros del FMI, que se subirá en 250.000 millones de dólares, hasta alcanzar un total de 500.00 millones, incorporados a los nuevos acuerdos de empréstitos (NAE)
Los emergentes criticaron que la crisis «encuentra sus raíces en el centro del sistema capitalista moderno. Fue causada por una innovación financiera sin control y ha sido alimentada por entidades financieras especulativas y no controladas»
El comité que dirige la política del Fondo Monetario Internacional aseguró velará por que los préstamos que conceda a los países con menos ingresos a un tipo de interés mínimo no sobrecargue su deuda.
La crisis financiera con epicentro en Wall Street que ha desatado una recesión económica global hundirá a entre 55 y 90 millones de personas más en la pobreza extrema este año, según un estudio conjunto del Banco Mundial y el FMI. Según las últimas cifras disponibles, más de 1.300 millones de personas viven en la pobreza extrema en el mundo pobre, el equivalente al 25% de la población. El «Informe sobre Seguimiento Global 2009» alerta de una situación de emergencia y advierte que más de 1.000 millones de personas padecerán de hambre crónica a raíz de la gran recesión que castiga al planeta.
La contracción económica convierte en «especialmente urgente» la necesidad de invertir en el sector agrícola, indica. El análisis alerta de que al ritmo actual los países pobres serán incapaces de alcanzar la mayoría de los objetivos establecidos durante la Cumbre del Milenio de la ONU. El Banco Mundial cree que el primero de esos objetivos, reducir a la mitad la pobreza extrema para 2015 frente a los niveles de 1990 es todavía alcanzable, aunque «abundan los riesgos». Un 41,7% de los habitantes de estos países vivía en la pobreza extrema en 1990. La reducción de la mortalidad materna e infantil y la disminución del número de personas afectadas de sida, malaria y otras grandes enfermedades serán difíciles de alcanzar. «Millones de personas perderán sus trabajos en 2009 y es necesario facilitar fondos de forma urgente a las redes de protección social, a proyectos de infraestructura y a pequeñas empresas de países pobres para una recuperación sostenida», afirmó Justin Yifu Lin, economista jefe del Banco Mundial.
Estados Unidos propuso un aumento de la contribución de los emergentes al Fondo para conseguir recursos, pero China, Brasil y Argentina, quieren que toda contribución se traduzca en una mejor representación en las instancias dirigentes.
Brasil propuso la integración de Cuba en el FMI, que lo abandonó en 1964. Aunque reconoció que la petición debe hacerla Cuba, señaló que «es más fácil pedirlo cuando las puertas están abiertas que cuando están cerradas».
Un centenar de personas, convocados por la organización local Global Justice Action, se manifestaron ayer en los alrededores de las sedes del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, aunque no pudieron llegar hasta sus puertas porque se toparon con un férreo control de seguridad y la zona acordonada por la Policía. El cordón de seguridad rodea las dos manzanas donde se encuentra ambos edificios, uno frente al otro y a escasa distancia de la Casa Blanca, y nadie puede pasar sin acreditación.
Seis personas fueron arrestadas en el transcurso acusadas de «vandalismo» por romper cristales de algunas sucursales bancarias y realizar pintadas en varios vehículos, según el comisario James Crane, jefe de departamento de la División de Operaciones Especiales de la policía, citado por 'The Washington Post'. Global Justice Action, que pide «nuevas ideas» y «alternativas al capitalismo», quiere que los líderes mundiales reunidos en una cita que consideran «de proporciones históricas», oigan la voz y las demandas de los principales afectados por la crisis financiera internacional, y que atiendan su petición de una solución más inclusiva y sostenible.
«Hacemos un llamamiento para que se produzcan cambios estructurales reales que pongan por encima las necesidades de la gente sobre los intereses empresariales, en un contexto de democracia real. Demandamos políticas que creen empleos para la clase trabajadora», afirmó David Thurston, de la Casa de Maryland, uno de los convocantes de las protestas. Los organizadores también prevén otras acciones en las inmediaciones de los hoteles donde se alojan los delegados que participan en la asamblea y un «Foro del Pueblo» para debatir «alternativas al capitalismo».
