Cientos de iraquíes protestaron ayer en Kut -a 150 kilómetros al sureste de Bagdad- contra la actuación del Ejército de EEUU, cuyos soldados mataron a un hombre y una mujer en una operación desarrollada durante la noche del sábado a domingo.

El Ejército dijo que el objetivo eran «grupos especiales», denominación utilizada para comandos chiíes de élite.

Según el comunicado militar estadounidense, las tropas dispararon y mataron a un hombre, al que vincularon con el suministro de armas. La mujer, según esta versión, habría muerto por el fuego cruzado.

El teniente primero John Brimley alegó que la mujer muerta «estaba en la zona durante el enfrentamiento con un sospechoso y penetró en la línea de fuego».

Durante el paso del cortejo fúnebre por las calles de Kut, los manifestantes corearon consignas en las que denunciaban el ataque y exigían la puesta en libertad de los detenidos. Asimismo, calificaron de «ocupantes criminales» a los estadounidenses. «Condenamos este terrible incidente. Viola los acuerdos entre las fuerzas estadounidenses y el Gobierno iraquí», subrayó el gobernador de la provincia de Wasit, Latif al Tarfa. «Ha muerto gente inocente y ahora la ciudad está en tensión», remarcó.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, tildó de «crimen» la operación militar y exigió a Washington la entrega de los responsables de estas muertes, así como la liberación de los iraquíes detenidos.

Un portavoz del Ministerio de Defensa, el general Mohamed al Askari, informó de la detención de dos altos cargos militares iraquíes que autorizaron el operativo y anunció la creación de un comité de investigación.