Más de 1.200 bailarines llevaron la danza clásica a la calle en Donostia, al efectuar una clase de barra en las barandillas del río Urumea, en una iniciativa organizada por la Asociación de Profesores de Danza de Gipuzkoa.

La Asociación celebró esta actividad, por decimocuarto año consecutivo, con motivo del Mes de la Danza, aunque esta vez se ha tenido que trasladar la clase a la desembocadura del Urumea en lugar de realizarla en la barandilla de La Concha, debido a las obras.

En una primera tanda, varios centenares de niños desarrollaron los principales movimientos de la danza clásica. Los responsables de la iniciativa valoraron la oportunidad de «sacar a la calle la danza clásica» para que no se perciba como una disciplina elitista, sino que todos los ciudadanos «puedan participar y disfrutar de ella».

Aunque el desarrollo de la danza clásica en Gipuzkoa «va en aumento», Maisuetxe, la presidenta de la asociación, opinó que «no deja de ser la hermana pobre de las artes, la de las poca subvenciones, en la que todo se hace con mucho amor y con mucho esfuerzo por parte de bailarines y padres».