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Día internacional de la seguridad y la salud en el trabajo

Los trabajadores culpan a patronales y gobiernos de la alta siniestralidad

El Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo constató que en Euskal Herria existe un importante déficit de prevención de riesgos laborales. Al año se producen 130.000 accidentes de trabajo, la mitad con baja, y son más de un centenar los trabajadores que pierden la vida. Las enfermedades profesionales se ocultan, aunque su incidencia es diecinueve veces mayor. Los trabajadores de CAF convirtieron ayer Beasain en un símbolo contra el amianto.

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A. ZURUTUZA-J. BASTERRA | BEASAIN-BILBO

Los trabajadores ocuparon la calle en distintos puntos de Euskal Herria para reivindicar que la crisis económica no profundice más en la falta de seguridad y salud en el trabajo, y para exigir a las administraciones públicas que garanticen que los empresarios cumplan con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, ya que, según denunciaron las centrales sindicales, existe una carencia importante que está produciendo un drama para muchas familias.

ELA reunió en el teatro Arriaga de Bilbo a alrededor de 1.200 delegados, que después marcharon hasta la sede de la patronal vizcaina, Cebek. CCOO de Euskadi realizó una asamblea en la sala Larrea y se manifestó hasta la sede del Gobierno de Lakua en la capital vizcaina. LAB, por su parte, se manifestó en una quincena de comarcas para reclamar que se termine con la precariedad, la temporalidad y los ritmos elevados de trabajo, que son las principales causas de los accidentes, porque más de 62.000 trabajadores de Euskal Herria sufren accidentes con baja cada año y son más de un centenar los que pierden la vida.

Escultura contra el amianto

Sin embargo, el centro neurálgico de esta reivindicación estuvo en Beasain. El comité de CAF organizó una asamblea y un paro de hora y media para recorrer la localidad y denunciar las 45 muertes oficiales por amianto de trabajadores de esa empresa. Al final, se descubrió la escultura de Patxi Epelde, «Amiantoarenei», como homenaje a quienes han perdido la vida por cul- pa de ese mineral cancerígeno.

La viuda de uno de los últimos trabajadores fallecidos en la empresa depositó un ramo de flores en presencia de cientos de trabajadores. Se dio la circunstancia de que ayer mismo Jesús Fernández Carballo falleció a sus 78 años como consecuencia de un cáncer por amianto. El ex trabajador fue durante más de 30 años transportista de la empresa Montero, de Barakaldo, que trabajó y manipuló el mineral cancerígeno.

Jon García, del comité de empresa de CAF, afirmó al término del acto que «el ejemplo de hoy tiene que servir para empezar a socializar los efectos del amianto que, por desgracia, en la próxima década se cobrará más vidas». Javier Marqués, miembro de la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi, reivindicó que «Sanidad se implique más en la detección precoz del amianto para lograr una calidad de vida mayor».

Protagonistas

La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, participó en la protesta de CAF y recordó que «hoy es un día también para confirmar que la decisión que han tomado los trabajadores de CAF de ser protagonistas en la solución de sus problemas, de llegar a acuerdos de cómo van a luchar por solucionar sus problemas, de salir a la calle exigiendo cambios, soluciones a sus problemas, es la vía por la que, a nuestro entender, se va a optar en Euskal Herria, y es donde nosotras situamos la salida a esta crisis».

En el acto de ELA en el Arriaga de Bilbo, un miembro del comité en la sociedad de estiba recordó la denuncia de que por el Puerto de Bilbo todavía entra amianto, sin las debidas condiciones de seguridad ni para los trabajadores ni la población. Dijo, en este caso, que Osalan tan sólo se limitó a obligar a la naviera que transporte ese material con amianto con mayor seguridad. Por este puerto entra- ron, entre 1960 y 1985, 12.000 toneladas de amianto y en los tres últimos años han sido 120 toneladas, según confirmó este diario. ELA denunció que la sociedad de estiba no ha realizado la vigilancia de la salud a los trabajadores, como exige el protocolo del amianto. También se recordaron los casos de Michelin, Rezola y otras empresas.

Jesús Uzkudun, responsable de Salud Laboral de CCOO, por otro lado, explicó a GARA que tiene en estudio otros seis casos de trabajadores de la zona del Goiherri de Gipuzkoa afectados por amianto. En declaraciones en Bilbo, tras la asamblea de delegados sindicales de CCOO, subrayó que «es preciso ampliar la mirada de la prevención más allá del accidente» y recalcó que «no es casualidad que, según la OIT, el 32% de las muertes laborales sean producidas por el cáncer y que Euskadi figure a la cabeza en este apartado».

Los trabajadores del servicio navarro Osasunbidea, según indicó LAB, denunciaron que durante más de diez años han realizado numerosos informes sobre prevención de riesgos laborales, pero «estos informes no son vinculantes para la Administración y la mayoría de ellos pasan al cajón del olvido, dejando que el personal pague con su salud las deficiencias recogidas en esos informes». También los trabajadores de Arcelor de la planta de Etxebarri en Basauri se concentraron ante las puertas de la fábrica para denunciar «que se está jugando con nuestra salud» y, aunque la multinacional celebró ayer una jornada sobre la seguridad en el trabajo, «la falta de prevención real es una constante», dijeron.

Lo mismo ocurrió en Sidenor y en otras empresas en donde la prevención es una asignatura pendiente, según los sindicatos. Lo cierto es que, como recordó Ibon Zubiela, responsable de Salud Laboral de LAB, «la precariedad y el abuso de la subcontratación se encuentran en el epi- centro de la siniestralidad, sin olvidar que también el trabajo nos hace enfermar. Salud y capitalismo -a su juicio- son elementos contradictorios».

UGT Euskadi realizó una jornada de concienciación y después se concentró frente a su sede en Bilbo. A juicio de Dámaso Casado, las sanciones económicas a los empresarios que no cumplen con la ley no son efectivas porque «no les preocupa» y exigió que se acuda a la vía penal y se juzgue, sancione y condene al empresario que infrinja la ley.

Las movilizaciones continuaron al anochecer en localidades como Leioa, Erandio y Sestao.

«Ningún puesto está libre de accidentes o enfermedades»

Sammera Al-Tuwaijiri, directora del programa SafeWork de la OIT, reconoció ayer que la crisis económica mundial tendrá un impacto sobre la seguridad y la salud de los trabajadores.

Esa sensación está fundamentada en lo que ha ocurrido en anteriores periodos de recesión económica. «El resultado podría ser un brusco aumento de los accidentes, lesiones y muertes en el trabajo y tensiones relacionadas con el trabajo». Cada año mueren aproximadamente 2,3 millones de personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo, 360.000 muertes se producen en siniestros y 1,95 millones por enfermedades u otros motivos, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Al-Tuwaijiri dijo que «ningún lugar de trabajo es inmune o está libre de enfermedades o accidentes» y reclamó «más prevención». GARA

ELA y LAB llaman a ser activos para frenar las agresiones

ELA y LAB, por separado, mostraron ayer la necesidad de que los trabajadores se movilicen de forma activa para frenar a los gobiernos y a las patronales. Adolfo Muñoz, «Txiki», señaló en su intervención en el teatro Arriaga de Bilbo que «en la medida de que el trabajo se construya sobre la precariedad, será imposible reducir los accidentes de trabajo». Para él, es necesario abordar las causas de la siniestralidad que son objeto de «conflicto» entre las centrales sindicales y los empresarios, ya que «no quieren reducir la temporalidad, no forma ni informa a los trabajadores e impone los ritmos de trabajo». En este sentido, el dirigente de ELA consideró que «se ha construido un montaje precario para dar a los empresarios lo que quieren». Para hacer frente a esa situación, reclamó a los trabajadores que «ocupen la calle» en el Primero de Mayo y en la huelga general del 21 de mayo, «para frenar a la patronal, que cuenta con el apoyo de los gobiernos». Tachó de «ángeles guardianes» a CCOO y UGT por aceptar el modelo de diálogo social que «otorga a los empresarios el veto en cualquier actuación».

En Beasain, Ainhoa Etxaide reconoció que «hay una falta de inversión en seguridad y prevención». Es, a su juicio, una característica del mercado laboral «en el que todo vale para reducir costes y los accidentes, las muertes y las enfermedades profesionales son costes que nos toca asumir a las trabajadoras en bien de la cuenta de resultados de las empresas». Por lo que denunció esa política de «todo es válido para producir más en el menor tiempo posible y con el menor coste. Esa actuación perjudica la salud de los trabajadores», por lo que llamó a la clase trabajadora a responder a este modelo neoliberal, «porque para salir de la crisis hay que cambiarlo». Reclamó salir a la calle el Primero de Mayo y a la huelga general. A.ZURUTUZA-J.BASTERRA

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