Las europeas deshielan la relación UPN-PP pero tensan la Sanz-Barcina
Las elecciones europeas marcarán el inicio del deshielo en la relación UPN-PP, más aún después de que hayan alcanzado un punto de encuentro que consiste en que UPN no concurre y, a cambio, el PP presenta en puestos de salida a un candidato navarro con nula proyección mediática y política. Sin embargo, el modo en que UPN favorecerá el voto al PP enfrenta a Miguel Sanz con su sucesora, Yolanda Barcina, que baraja hacer una fórmula directa de apoyo.R.S. |
Apenas dos semanas después del relevo en la Presidencia de UPN, el hasta ahora líder del partido, Miguel Sanz, y su sucesora, Yolanda Barcina, dirimirán el lunes en la Ejecutiva un primer pulso entre ambos. Y es que la nueva presidenta baraja someter a debate, y quizás votación, la posibilidad de que el partido tome una posición oficial sobre las elecciones europeas, a las que no concurre. Evidentemente, la única posición que estaría sobre la mesa es pedir el voto para el PP, lo que dejaría en entredicho la ruptura del pacto entre ambos partidos forzada por Sanz hace apenas medio año con el fin de estrechar la colaboración con el PSN.
La discrepancia se ha desatado después de que Barcina saludara la decisión del PP de poner en sus listas a un candidato navarro prácticamente desconocido: Pablo Zalba. UPN había presionado claramente al PP para que no escogiera algún dirigente conocido y que haya dado el salto de UPN al PP tras la ruptura, como el hasta ahora europarlamentario Javier Pomés o el histórico Jaime Ignacio del Burgo. Dirigentes como Miguel Sanz avanzaron que entenderían eso como una maniobra hostil y que les pondría muy difícil votar al PP el 7 de junio.
El partido de Mariano Rajoy, por contra, necesitaba poner un navarro en la cabeza de la lista para apuntalar su reconstrucción en Nafarroa y porque Rajoy se comprometió a ello públicamente. Optó por el citado Zalba. Yolanda Barcina -a la que se atribuye una posición mucho más cercana al PP que la de Sanz- afirmó al día siguiente que «es una buena elección» y confirmó que Zalba «no suscita reticencias en UPN».
La sorpresa llegó cuando Barcina añadió que, en consecuencia, la Ejecutiva de UPN abordará el tema y puede fijar un sen- tido de voto. Sanz se ha revuelto incómodo ante esta posibilidad y ha afirmado que la dirección de UPN no tiene por qué decidir nada respecto a las europeas. El presidente del Gobierno navarro llevará esta posición a la Ejecutiva, dado que sigue siendo miembro de ella. Y la decisión final será importante no sólo para medir el grado de cercanía de UPN al PP, sino también quién lidera el partido.
Tras apostar por que la Ejecutiva no se «moje» expresamente en la cuestión electoral -otra cosa es que veladamente anime a sus votantes a respaldar al PP-, Miguel Sanz ha matizado que «yo sólo recomiendo a UPN». Y es que el malestar expresado contrasta con la contundencia con que alabó la autonomía de Yolanda Barcina en el reciente Congreso de UPN. Al final de su discurso, al dar paso a la nueva presidenta, afirmó lo siguiente: «Yolanda, presidenta, actúa con humildad pero sin complejos. Vuela alto y ¡a tus órdenes!».
En cualquier caso, la elaboración de las listas del PP ha evidenciado con claridad que existe un pacto velado de no-agre- sión entre ambos partidos. Así, UPN descartó la opción de presentarse a las urnas en estos comicios europeos, que le habría permitido fidelizar su electorado en una pugna directa con el PP, al que dejaba paso libre con esta decisión.
En correspondencia, el partido de Mariano Rajoy ha declinado optar por candidatos como Del Burgo o Pomés, que podrían haber provocado contradicciones internas en UPN. De hecho, Pedro Zalba (un economista de 34 años) es el único desconocido en los puestos de cabeza de la lista del PP. Va por detrás de políticos tan conocidos como Jaime Mayor Oreja, Teresa Jiménez Becerril, Alejo Vidal-Quadras, Luis de Grandes o Pilar del Castillo, y por delante de otros como Agustín Díaz de Mera o Carlos Iturgaiz. Zalba, por cierto, es de Corella, como Miguel Sanz o Alberto Catalán.
votos logró el PP en Nafarroa, de la mano de UPN, en las últimas europeas de 2004. El récord lo logró en 1999 con 125.688. Antes de la fusión de 1991, la lista del PP sumó 62.212 votos en 1989, y la de AP 72.755 en 1987.