Tras la alianza con Chrysler, Fiat centra ahora su interés en Opel
Un día después de firmar una alianza con Chrysler, que se vio forzada a declararse en quiebra, el fabricante italiano Fiat busca un acuerdo con la alemana Opel. «Ahora tenemos que concentrarnos en Opel, son nuestro socio perfecto», afirmó Sergio Marchionne, presidente ejecutivo de la compañía italiana. El fabricante estadounidense espera salir de la suspensión de pagos en un plazo de sesenta días.
GARA |
El acuerdo suscrito el jueves entre Fiat y el quebrado fabricante estadounidense de vehículos Chrysler marcará a la industria mundial. La compañía italiana tomará un 20% de participación inicial en la menor de las llamadas Tres Grandes automovilísticas de Detroit, que le permitirá salir de la suspensión de pagos en los próximos treinta o sesenta días.
El presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, indicó que «ahora, tenemos que concentrarnos en Opel. Son nuestro socio perfecto». En declaraciones al diario ``La Stampa'', manifestó que, pese al acuerdo con Chrysler, «yo nunca he dejado a un lado ni por un segundo mi compromiso con el sistema italiano».
Marchionne se pronunció sobre la necesidad de consolidación en la industria del automóvil. «Junto con los sindicatos y el Gobierno, deberíamos ser capaces de enfrentarnos juntos a los problemas estructurales de forma responsable, siendo fieles a los compromisos con los trabajadores», agregó, para apostillar que «no podemos ignorar la caída de la demanda. El ejemplo que da Obama es que tenemos que mantener y reforzar la industria nacional, pero reconocer la realidad de las cosas».
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo en Nápoles que el acuerdo de Fiat y Chrysler es «absolutamente positivo» y que ayudará a sacar al país de la crisis económica.
El fabricante estadounidense se vio forzado a declarar la quiebra después de que algunos proveedores decidieran dejar de suministrar componentes, pese a los mensajes tranquilizadores del presidente de EEUU, Barack Obama, y los principales ejecutivos de Chrysler.
Obama acusó a un grupo de acreedores de provocar la quiebra de la compañía, pero advirtió que el proceso no sería aprovechado en su favor. «Nadie debería confundirse sobre lo que el proceso de quiebra significa. Este no es una muestra de debilidad sino un paso más en el camino, claramente marcado, de recuperación de Chrysler», afirmó.
Según Obama, era «inaceptable que un pequeño grupo de especuladores pusiese en peligro el futuro de Chrysler al rechazar hacer sacrificios como todo el mundo». Se refería a una fracción de los 46 bancos y fondos de inversión a los que Chrysler debe 6.900 millones de dólares. Un grupo rechazó la oferta del Departamento del Tesoro de canjear esa deuda por unos 2.250 millones de dólares en efectivo, lo que desencadenó la declaración de quiebra.
Chrysler anunció que había presentado la solicitud de quiebra y que presentará una moción ante el juez para solicitar la rápida aprobación de la alianza con Fiat y la venta de activos a la nueva compañía.
Fiat tomará el 20% del capital de Chrysler, la menor de las Tres Grandes automovilísticas de Detroit. Chrysler tuvo que declararse en quiebra después de que varios proveedores dejaran de suministrarle componentes.
Obama consideró «inaceptable» que «un pequeño grupo de especuladores pusiera en peligro el futuro de Chrysler al rechazar hacer sacrificios como todo el mundo». Advirtió que «nadie debería confundirse sobre lo que significa el proceso de quiebra».
El Gobierno de Estados Unidos posiblemente recupere sólo una pequeña parte de los 4.000 millones de dólares (casi 3.000 millones de euros) que prestó en diciembre a Chrysler debido a su estatus de acreedor secundario en la bancarrota del fabricante de automóviles, indicó un responsable gubernamental. «Entre los accionistas que harán sacrificios se encuentra el Gobierno de Estados Unidos», manifestó tras conocerse que el fabricante solicitase la protección por bancarrota en Nueva York. «Desafortunadamente, esos préstamos fueron hechos a una estructura de capital sobreapalancada, en la que probablemente nunca hubo mucha esperanza de ver una gran devolución», indicó. El apalancamiento es la relación entre el capital propio y a crédito invertido en una operación financiera
El Gobierno estadounidense espera recuperar los 1.500 millones de dólares que extendió a Chrysler Financial, la filial de préstamos de la compañía automovilística, ya que el dinero está respaldado por préstamos para adquirir coches. Washington también espera recuperar parte de la partida de 3.500 millones de dólares en financiación de bancarrota que ha comprometido.
La Administración estadounidense proporcionará 3.300 millones de dólares al fabricante de coches para que pueda seguir operando mientras esté en quiebra. Y una vez que se constituya la nueva Chrysler, las autoridades estadounidenses darán otros 4.700 millones de dólares.
El Gobierno canadiense proporcionará de forma adicional un tercio de las cifras que presté Washington al fabricante de automóviles.