Las finales de la Euroliga siguen siendo cosa de unos pocos y CSKA y Panathinaikos volverán a repetir de nuevo la final del año pasado en Madrid, después de que los del trébol se impusieran a Olympiacos en una apasionante y brillante semifinal. La tensión alcanzó su punto álgido en una última jugada en la que Bourousis tuvo en sus manos el balón que hubiera forzado la prórroga, pero su gancho tras reverso fue escupido por el aro, dando la victoria al PAO.

Intentando emular lo realizado por su compatriota Siskaukas un par de horas antes, Sarunas Jasikevicius, que acabó con 18 puntos y cinco asistencias, fue el líder del equipo de Obradovic, que volverá a verse las caras con Messina. Pekovic, máximo anotador del partido con 20 puntos y autor de la última canasta de los del trébol, y Batiste, fueron otros de los pilares del triunfo verde con su dominio interior. Con un juego mucho más individual, Papaloukas, Vujcic, Greer y Childress trataron de responder sin éxito.