El discurso de investidura de Patxi López estuvo caracterizado por la falta de concreción, de modo que las reacciones producidas ayer fueron menos que las esperadas y la mayoría de los agentes optan por esperar a ver cuáles son sus primeros pasos. Especialmente elocuente fue el silencio de patronales y sindicatos como la UGT. Y también la oferta de diálogo del presidente navarro, Miguel Sanz, después de que López obviara absolutamente este tema en su discurso, evidenciando que le resulta espinoso.

Crisis

La oferta del nuevo lehendakari a empresarios y sindicatos para abrir un diálogo no ha tenido respuesta desde la parte patronal ni ha calado en la sindical. Desde la tribuna del Parlamento, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, ya ironizó con el tema al preguntarle si acaso pensaba montar «un anfiteatro» con todos, y previó que no tendrá éxito.

Las organizaciones empresariales, que han mantenido unas relaciones muy estrechas y cordiales con Ibarretxe, mantuvieron un silencio total el día después. Pero más llamativo todavía fue que UGT tampoco recibiera a López con palmas, sino más bien todo lo contrario. En una convocatoria realizada el martes por la mañana en Donostia, sus representantes hicieron una «seria advertencia» al próximo Gobierno de Lakua para que extreme el control sobre los Expedientes de Regulación de Empleo, ya que, según sus datos, 2008 se cerró en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa con 496 ERE frente a los 543 registrados únicamente en el primer trimestre de este año.

En un tono más abierto, CCOO dejó claro ayer que «le juzgaremos no por lo que diga que va a hacer, sino por las políticas que efectivamente ponga en marcha. El diálogo social sólo será válido si es capaz de alcanzar un gran acuerdo de carácter integral en su concepción, desarrollo y ejecución».

Desde la parte abertzale, ELA hizo una valoración netamente política. Su secretario general, Adolfo Muñoz, Txiki, recordó que López «ha llegado hasta aquí utilizando instrumentos como el Poder Judicial para ilegalizar la opción electoral de la izquierda abertzale oficial y, así, tener la mayoría en el Par- lamento Vasco y hacerse con el Gobierno». En el aspecto sindical, mostró su temor a que «el diálogo social sirva para uniformizar el Estado». No obstante, recordó al mismo tiempo que Ibarretxe ha llevado a cabo una política «tremendamente neoliberal» y ha «roto» las reglas del juego en la negociación colectiva institucional.

Desde LAB se subraya también la probable continuidad entre las políticas de Ibarretxe y las de López. «Los cambios no vendrán de las instituciones porque la clase política no los van a impulsar», matizó en una nota, por lo que alentó a los trabajadores a sumarse a la huelga general del 21 de mayo.

Euskara

López realizó un discurso totalmente ambiguo en esta materia. Apenas unas horas después de su elección, ayer Euskal Herriak Bere Eskola presentó en el Departamento de Educación de Lakua un escrito en el que recuerda que el Currículum Vasco sigue pendiente y augura que no habrá mejora alguna en este terreno. «Con la elección de López, en las principales instituciones de todos los territorios se ha impuesto un `frente españolista y francés'. En vez de cambiar el actual camino de la imposición, lo endurecerán», anticipó EHBE, que indicó a López que «no vamos a meter la cabeza bajo el suelo para hacer el avestruz, ni vamos a ponernos de rodillas, ni a mendigar. Españoles y franceses nos han enseñado el camino: es hora de unir fuerzas, fomentar la colaboración, y construir sin complejos un Sistema Nacional Educativo».

Mientras tanto, el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, se quejaba de estas posiciones en una entrevista a Europa Press. «¿Cómo va a ir contra el euskara un partido como el PSE que fue el impulsor de la Ley de Escuela Pública Vasca cuando era consejero Fernando Buesa? ¿Cómo va a ir contra el euskara un partido que fue parte fundamental en la Ley de Normalización del Uso del Euskara?». Insistió en que sólo buscan evitar que se use «como arma política» ya que, «para que pueda prosperar, hace falta hacerlo con efectividad, consenso social y consenso político. Es lo que queremos y lo que vamos a hacer».

Nafarroa

En este caso fue López quien eludió la cuestión en su discurso de investidura (tampoco acudieron dirigentes del PSN al acto; en cambio, sí lo hizo José Ignacio Palacios, el líder del PP de Nafarroa). No obstante, Miguel Sanz no tardó ayer en reclamarle una reunión. Lo hizo tras remarcar en un diario que hay cuestiones que desbloquear rápidamente, sobretodo la captación o no de ETB a través de la televisión digital terrestre (TDT).

El presidente navarro transmitió ayer mismo a López que sería «interesante» superar una época en la que calificó las relaciones entre CAV y Nafarroa como «bastante discontinuas». Auguró que a partir de ahora serán «más fluidas» porque «estarán sustentadas en el respeto político-institucional». «Desde el punto de vista personal siempre me he llevado bien con el ex lehendakari [Ibarretxe], pero desde el punto de vista político-institucional ha generado ciertas tensiones», añadió Sanz.

Araba y Getxo

Al margen de la gobernabilidad de Lakua, otro de los flecos abiertos tras el pacto para llevar a Patxi López a Ajuria Enea es el de si el acuerdo se va a extender a otras instituciones. El vicesecretario general del PP en la CAV, Alfonso Alonso, presionó ayer al PSOE a través de una entrevista recogida por Europa Press, en la que defendía que se debe producir un cambio «inminente» al frente de la Diputación de Araba y también del Ayuntamiento de Getxo (fue notoria la presencia de ediles del PP de ese Consistorio en la Cámara de Gasteiz el martes).

Alonso aseguró que el apoyo de su partido a López «no es compatible» con que el PNV se mantenga al frente de la Diputación de Araba porque en su día esa operación se llevó a cabo «con el objetivo fundamental de excluir al PP». «Como la confianza es cosa de ida y vuelta, y recíproca, tiene que cumplirse también en eso. Nosotros confiamos en López y necesitamos que él también confíe en nosotros», dijo el ex alcalde de Gasteiz.