El juzgado número 3 de Donostia ha resuelto que la muerte de J. Ignacio Iturrioz por mesotelioma tras haber trabajado diez años en CAF expuesto al amianto es fruto de una enfermedad profesional.

La sentencia recoge que el trabajador estuvo empleado en la sección de soldadura, montaje y pintura de la empresa de ferrocarriles CAF de Beasain entre 1956 y 1966, periodo durante el que estuvo en contacto con amianto hasta su marcha a otras compañías. En 2006 le diagnosticaron un mesotelioma pleural y falleció el 6 de agosto de 2007, aunque el INSS rechazó que su fallecimiento tuviera origen profesional al considerar que no había quedado acreditado el contacto con el amianto.

Sin embargo, en setiembre del pasado año el Servicio de Seguridad y Salud Laborales, Osalan, calificó de probable que durante la década que este trabajador estuvo en la CAF tuviera contacto con este material. La sentencia recalca que el fallecido «trabajó durante casi diez años en contacto con el amianto» y señala que no es necesario demostrar que hubiera un largo periodo de exposición, ya que según los últimos estudios en la materia «el 88% de los casos del mesotelioma son atribuibles al amianto» y es suficiente «una corta pero intensa» exposición para que se produzca esta enfermedad.

El juzgado considera que el hecho de que el trabajador pudiera ser fumador «tampoco rompe la relación de causalidad» entre su enfermedad y la exposición a mineral y rechaza asimismo que se tenga que estudiar en qué otras empresas trabajó.

Por ello estima la demanda de la viuda contra el INSS, la Tesorería General de la Seguridad Social, la CAF y Mutualia, y reconoce su derecho a percibir la pensión de viudedad como beneficiaria de su esposo fallecido a causa de «la enfermedad profesional».

CCOO indicó que el fallo es «claro» por determinar que no es necesario acreditar un largo periodo de exposición al amianto para demostrar la enfermedad causada, ya que el mesotelioma aparece en el nuevo listado de enfermedades profesionales. Consideró que «pone en evidencia la necesidad de poner en marcha un plan de vigilancia sanitaria específica de todos los trabajadores que estuvieron expuestos al amianto para la prevención precoz de la enfermedad».