Exigen la disolución de los grupos paramilitares kurdos tras la matanza
La masacre de 44 personas, incluidos niños y mujeres embarazadas, durante una boda en la localidad kurda de Bilge ha reabierto el debate sobre el sistema paramilitar de guardias rurales, creado para luchar contra los rebeldes kurdos. Muchos piden su rápida disolución.GARA |
En la noche del lunes, un grupo de hombres enmascarados asaltó dos casas en Bilge, en las que celebraba el compromiso y matrimonio religioso de la hija del jefe de esta pequeña aldea de la provincia de Mardin. Los asaltantes dispararon con ametralladoras de forma indiscriminada durante un cuarto de hora.
Bilge cuenta con 32 hogares y 300 habitantes. Todos son de la misma familia y todos sus varones adultos integran los grupos paramilitares kurdos creados por el Estado turco para combatir a los guerrilleros del PKK.
Desde 1985, el Gobierno de Ankara ha armado a cerca de 60.000 civiles kurdos para colaborar con las fuerzas armadas. Con el pretexto de que «protegen al Estado» frente al PKK, se han convertido en un ente casi intocable. Según estadísticas oficiales, cientos de estos milicianos se han visto implicados en asuntos de droga y otros crímenes. «¿Las armas utilizadas en la matanza pertenecen al Estado?», preguntó ante los medios Emine Ayna, diputada del kurdo DTP. «Esta fuerza paramilitar debe ser desmantelada inmediatamente», exigió.
En una carta al Gobierno, la ONG Human Rights Watch también reclamó su disolución.
«Aunque son fuente de numerosos problemas en Mardin, las investigaciones quedan en nada por la obstrucción a la Justicia de las autoridades», resaltó una joven, que no dio su nombre por miedo a «represalias». De los 5.000 milicianos implicados en actividades delictivas, sólo 900 han sido procesados.
Mazhar Bagli, profesor de sociología de la región, incidió en que este sistema «se ha convertido en un gran peligro», por lo que pidió su abolición.
«Nunca hasta ahora se había visto un ataque así. Incluso los asesinatos tradicionales tienen su código de conducta. Por ejemplo, las mujeres y los niños no son atacados nunca. Los asesinos nunca tapan sus rostros. La intervención de una mujer siempre ha podido detener el derrame de sangre», manifestó.
Al parecer, el líder de los atacantes declaró a la Policía que «alguien de la familia de Cemil Celebi -padre de la novia- violó a una chica de nuestra familia. Entonces, quisimos una de sus chicas como esposa para un chico de nuestra familia. Ellos no lo hicieron, sino que la entregaron a nuestros enemigos. Les advertimos de que sería terrible si no paraban la ceremonia. Ni sé a cuántos matamos».
En una reunión del grupo parlamentario del Partido de Justicia y Desarrollo, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que «ninguna costumbre puede justificar un ataque tan horrible».