Los rebeldes chadianos aseguraron ayer que han avanzado en el interior del país y que tienen como «objetivo final» la toma de N'Djamena, la capital, después de haber mantenido un breve enfrentamiento con las tropas gubernamentales.

Una fuente gubernamental chadiana contactada en N'Djamena por France Presse rechazó realizar cualquier comentario, indicando que las autoridades realizarán una declaración «después de haber controlado la situación». Mientras, el ministro de Exteriores chadiano se reunió con su homólogo francés ayer en París.

Los dos ministros estudiaron los medios diplomáticos para hacer frente a la ofensiva rebelde, según el Quai d'Orsay, mientras que la Unión Africana (UA) expresó su «profunda preocupación» e hizo un llamamiento al respeto de los acuerdos suscritos por Chad y Sudán, que se acusan mutuamente de desestabilización mediante la introducción de grupos armados.

En febrero de 2008, los rebeldes lograron entrar en N'Djamena con el objetivo de derrocar al presidente, Idriss Deby Itno, antes de ser rechazados con la ayuda militar francesa.

Los rebeldes de la Unión de Fuerzas de la Resistencia (UFR) «continúan avanzando para controlar completamente las principales ciudades de Chad», declaró esta alianza de las principales facciones rebeldes chadianas en un comunicado firmado por su portavoz adjunto, Ali Ordjo Hemchi.

Las mismas fuentes indicaron que se registró «una corta batalla» entre una columna de la UFR con fuerzas gubernamentales chadianas entre Tissi y Haraz-Mangué (también conocida como Haraz Mangueigne), al sur de Goz Beida, cerca de Sudán y de la República Centroafricana.

Se trata del primer enfrentamiento desde la entrada de los rebeldes a Chad desde Sudán el lunes.