
Txisko Fern�ndez Periodista
P�rdida de identidad (nacional y de clase)
No hay m�s ciego que quien no quiere ver. Paseando por las calles de cualquiera de nuestros pueblos y ciudades, es f�cil percatarse de que la crisis econ�mica tiene repercusiones reales en el d�a a d�a: miles de mujeres y hombres est�n ya en la calle por los despidos o las suspensiones de empleo que se producen a golpe de ERE; cientos de establecimientos comerciales, desde peluquer�as a agencias de viaje, ya han echado sus persianas; las oficinas del INEM ya est�n ocupadas por personas desempleadas... No han sido los piquetes quienes han puesto a tanta gente en la calle, sino los gestores de la macroeconom�a, esos que hace un par de a�os nos iluminaban el camino hacia el fin de la historia con las brasas del marxismo o de cualquier otro ideario de clase.
Hoy mismo, por las calles de Bilbo discurrir� una manifestaci�n convocada por un sindicato que todav�a enarbola banderas rojas en la que se denunciar� que esta crisis se la est�n costeando los de siempre a cuenta de la clase trabajadora. Bueno, pues es de esperar que en la movilizaci�n de CCOO se abstengan de participar quienes ayer, en nombre del Partido Comunista de Euskadi (PCE-EPK), afirmaron que la huelga general convocada para el pr�ximo jueves tiene por objetivo �marcar la hoja de ruta al nuevo Gobierno vasco en clave identitaria, no de clase�. Resulta que para esa formaci�n, englobada en Ezker Batua y en el Partido Comunista de Espa�a (PCE), las razones por las que, en plena crisis econ�mica, la mayor�a sindical vasca convoca una huelga no responden a los intereses de la clase trabajadora. Vaya, vaya. As� que para el PCE, que es de suponer que compartir� eso de que �el internacionalismo no es compatible con el nacionalismo (vasco)�, la huelga general tendr�a m�s sentido si fuera convocada por sindicatos (nacionalistas) espa�oles, por �sos que, cada dos por tres, se re�nen con los representantes del gran capital (espa�ol) internacionalista sin que se les caigan los anillos.
Ni vestirse de rojo evita la peor de las cegueras, ni tener identidad nacional (vasca) impide actuar en clave de clase.