GARA > Idatzia > > Mundua

Colombo promete liberar a los civiles de las «garras» de los Tigres en 48 horas

Las autoridades cingalesas anunciaron ayer por enésima vez el comienzo de la «fase final» de su ofensiva militar contra la guerrilla tamil y prometieron que en 48 horas «liberarán de las garras de los Tigres tamiles» a los civiles atrapados en la zona de combate.
p029_f01_097x124.jpg

GARA |

El Gobierno de Sri Lanka prometió ayer aplastar en 48 horas -plazo que finaliza el domingo- a la guerrilla tamil, ignorando las llamadas internacionales a detener esta guerra que esta causando, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), una «catástrofe humanitaria».

El régimen cingalés cree estar a un paso de terminar con 37 años de insurrección independentista de los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (LTTE), acorralados en una franja costera de apenas cuatro kilómetros cuadrados donde, según la ONU, se hacinan unas 50.000 personas.

El presidente, Mahinda Rajapakse, está seguro de que «en 48 horas los miles de civiles será liberados de las garras de los Tigres tamiles», declaró su portavoz, Anusha Palpita. Mientras que en 2006-2007 el LTTE controlaba 15.000 kilómetros cuadrados en el norte de la isla, donde quería fundar un Estado tamil independiente, Palpita aseguró que «de aquí al domingo se liberará todo el territorio».

Desde que en enero comenzara esta «última» ofensiva los Tigres, Colombo ha anunciado muchas veces que el final se produciría en semanas o días.

«Ha comenzado la operación humanitaria final de rescate de los civiles», señaló ayer a Efe el portavoz del Ejército, Udaya Nanayakkara, quien dijo que sus tropas habían «rescatado» a unos 5.000 entre el jueves y el viernes. Miles de personas huyeron el jueves de la zona del conflicto, sumándose al éxodo de 115.000 personas producido entre los días 20 y 25 de abril.

En declaraciones a Efe, el portavoz de la ONU en Sri Lanka, Gordon Weiss, desaconsejó calificar como operaciones «de rescate» las ofensivas del Ejército y aseguró que los civiles pueden «morir en el intento» del Gobierno de liberarlos en una operación de 48 horas.

La guerrilla denunció nuevos combates cerca de los refugios y búnkeres que acogen a los civiles en la última zona bajo su control. El Ejército sigue bombardeando el enclave y ha matado a centenares de personas en los últimos días. Colombo responde que la guerrilla las utiliza como «escudos humanos».

Pero no hay informaciones fiables, porque sólo al CICR le está permitido el acceso a la zona. Generalmente bastante callado, el CICR se declaró impotente ante «una catástrofe humanitaria inimaginable». Sus operaciones por vía marítima «siguen bloqueadas», y afirma que «ninguna organización humanitaria puede prestar ayuda en estas circunstancias. La gente ha sido abandonada a su suerte y sólo cuenta con sus propios recursos», indicó Peter Krahenbuhl.

El relator especial de la ONU para los desplazados, Walter Kalin, instó a Colombo a dar libertad de movimientos a quienes no plantean problemas de seguridad y han sido confinados. «Su internamiento prolongado no sólo supone una detención arbitraria sino que empeora la situación humanitaria», afirmó.

crímenes de guerra

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos insistió en que ambas partes en conflicto han cometido crímenes de guerra y consideró «esencial» una investigación sobre la suerte de los civiles en la zona de los combates.

Rodeados

El portavoz del Ejército cingalés aseguró que «lograremos unir el frente norte y el sur en breve. En ese momento, el LTTE quedará rodeado y sus miembros tendrán dos opciones: o rendirse o suicidarse».

cuerpo a cuerpo

«El 75% de la población está en búnkeres y se escucha la lucha cuerpo a cuerpo. Cientos de civiles están siendo asesinados y mutilados en la carnicería causada por el Ejército de Sri Lanka», denunció la web TamilNet.

Angustia e indignación en Little Jaffna, barrio tamil de París

«Están masacrando a nuestro pueblo, no sabemos nada de nuestros familiares». En Little Jaffna, un barrio del norte de París, la comunidad tamil sigue con angustia las escasas noticias procedentes de Sri Lanka. En las calles donde los tamiles han fundado, desde 1980, asociaciones y comercios la ofensiva del Ejército cingalés contra los Tigres tamiles centra las conversaciones.

«Tenemos mucho miedo por nuestras familias, que siguen bajo las bombas de los cingaleses, pero sentimos también una profunda indignación por el silencio de Francia ante la masacre de nuestro pueblo», dijo Amudham Chandrasekaram, profesor de 39 años que vive refugiado en el Estado francés desde hace 20 años.

En el Estado francés, donde viven unos 70.000 tamiles, se han realizado varias manifestaciones multitudinarias desde el inicio de la ofensiva en febrero. «En ausencia de reacción internacional, la diáspora debe movilizarse para denunciar el genocidio», señala Shalini Sakthithasan, estudiante de medicina y secretario general del Comité de Coordinación Tamil-Francia (CCTF), que agrupa a las asociaciones tamiles, consideradas afines a la guerrilla.

En Little Jaffna, que toma el nombre de la capital tamil, numerosos posters reivindican un Estado independiente y ensalzan la figura de Velupillai Prabhakaran, líder del LTTE.

«Es impensable expresar desacuerdo públicamente con los Tigres», afirma un traductor de 43 años que prefiere callar su nombre «por miedo». «Los que no apoyan la causa son rechazados e, incluso, amenazados. Sufro por mi pueblo, pero el LTTE no representa ni el futuro de los tamiles ni una esperanza de libertad», asegura.

Isabelle LIGNER

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo