GIRO Séptima etapa
Boasson lleva al ciclismo noruego más allá del sprint
El jovencísimo corredor del Columbia se deshizo con facilidad de sus cuatro compañeros de fuga.
Imanol INTZIARTE | DONOSTIA
Hablar de ciclismo noruego ya no es sólo decir Thor Hushovd. El sprinter nórdico, de 31 años, acumula la importante cifra de 50 victorias en su palmarés profesional. Pero tiene un compatriota que va camino de dejar pequeño este currículo. Con diez años menos de edad -cumple 22 mañana-, Edvald Boasson se adjudicó ayer la victoria en la séptima etapa del Giro.
El del Columbia exhibió su potencia en la meta de Chiavenna, a la que llegó destacado junto con otros cuatro fugados. Segundo la víspera encabezando el pelotón, no tuvo excesivos problemas para imponer su punta de velocidad tras 244 kilómetros marcados por la adversa climatología.
Su juventud, su facilidad para rematar en los últimos metros y su fondo para aguantar largos kilometrajes le hacen ser candidato a un brillante futuro. Debutó en 2006 y ya sumó 8 victorias, tres de ellas sendas etapas en el Tour del Porvenir. En 2007 se marchó hasta los 15 triunfos, con el título noruego contrarreloj incluido. Con las 7 del año pasado alcanzó la treintena.
Este curso ya lleva dos, y ha subido un peldaño en cuanto a su relevancia. El 8 de abril se embolsó una preciada clásica como la Gent-Wevelgem. Y ayer tocó techo -por ahora- en la ronda transalpina.
La fuga, en la que entraron también Bertolini (Serramenti), Pavel Brutt (Katusha), Hunter (Barloworld) y Vigano (Fuji) se fraguó en el peligroso descenso del puerto de Maloja, a menos de 50 kilómetros de la llegada. El pelotón, que ya había tumbado la cabalgada anterior de casi 200 kilómetros protagonizada por Facci (Quick Step), Huzarski (ISD), Klimov (Katusha) e Isaichev (Xacobeo), no quiso arriesgar y les dejó hacer. En la recta final, Boasson no dio ninguna opción a sus rivales.
Hoy se disputa la octava etapa, que unirá Morbegno y Bergamo tras 208 kilómetros.
Ocho de los nueve corredores del equipo Astana disputaron la etapa sin publicidad en sus maillots como protesta por no haber cobrado en los últimos meses. «Las soluciones que nos habían prometido no llegan y no queremos fingir que todo está bien. Tenemos problemas. Sobre todo económicos», dijo el director del equipo, Johan Bruyneel. «Los corredores no están tranquilos, aunque estoy intentando que se centren exclusivamente en la carrera. Por eso decidimos que no íbamos a obligar a nadie a llevar la camiseta del equipo», añadió.
El único que no secundó esta forma de protesta fue el kazajo Andrey Zeits. La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha dado de plazo al Astana hasta el 31 de mayo para arreglar su situación financiera, bajo pena de suspensión.
Astana recibe la mayor parte de su apoyo financiero de un grupo de empresas propiedad del Estado kazajo, denominado Samruk-Kazyna, al que ha afectado sobremanera la actual crisis. «Los corredores sólo han cobrado dos meses y así no podemos pretender nada», indicó Bruyneel.
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