La Real deberá mejorar el nivel de resultados de 2009 en Anoeta -con dos victorias, dos derrotas y cinco empates- para apurar las opciones matemáticas de ascenso. El entrenador y los jugadores realistas han asumido un discurso lógico de mantener la esperanza de ascenso mientras haya vida y eso sólo se puede sostener con una victoria a la espera de que algunos de los cuatro primeros fallen.

Las mismas matemáticas apuntan a que sólo hay una posibilidad entre 729 de conseguir seis victorias que lleven a los 75 puntos a final de temporada y por ello era mejor que la Real aprovechara estas jornadas finales para dar minutos a los jugadores que van a jugar la próxima temporada. Ya que, por el momento, no se ha aprovechado el tiempo para ello, bueno será que la Real gane partidos y finalice con el máximo número de puntos. Eso también ayuda a generar confianza de cara a la próxima campaña.

Juanma Lillo sí completó ayer la convocatoria al llamar por vez primera a Javi Ros, un medio centro juvenil navarro que ha jugado toda la temporada en el Sanse y que apunta muy buena maneras. Habrá que ver si le da la oportunidad de debutar.

Abreu, no hay quinto malo

El partido de hoy es una oportunidad para que Sebastián Abreu haga gol por quinto encuentro consecutivo. Ha marcado ante Tenerife, Huesca, Celta y Alicante y de hacerlo hoy se quedaría a uno del récord de seis que ostentan Aldridge, que marcó desde la jornada 23 a la 28 en la temporada 89-90. Y Kovacevic, que marcó en las tres últimas jornadas de la 01-02 y en las tres primeras de la 02-03.

Es una incógnita como siempre acertar el once que presentará Lillo. Habrá que ver si vuelve a la defensa de tres o si mantiene la línea de cuatro de Alicante, con el morbo de saber si alineará a Castillo en Anoeta tras anunciar que no quiere jugar en Segunda con la Real. En el Albacete la mayor novedad llegará con la titularidad en el lateral derecho de Kike para cubrir la baja de Diego Alegre. Otro Diego, Costa, será su mayor peligro porque es uno de los delanteros de más nivel de Segunda.

El Albacete es un equipo irregular rodeado de una crisis importante económica e institucional y que todavía necesita dos victorias para distanciarse del descenso. La Real no puede fiarse porque en su última salida ganó en Vallecas por 0-3.