Recibimiento en las instituciones
Algo más importante que la Copa
La experiencia copera acabó definitivamente ayer, con el enésimo baño de masas para el equipo. Los jugadores no eran demasiado partidarios de la idea, pero acabaron contagiados por el ambiente de fiesta que crearon miles de aficionados en las calles de Bilbo.
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
«Sentimos profundamente no haberos traído la Copa, pero mucho más importante que tener una Copa, es teneros a vosotros». Lo decía ayer Joseba Etxeberria desde el balcón del Ayuntamiento de Bilbo, donde el Athletic recibió su enésimo baño de masas, aunque en esta ocasión, la homenajeada era la propia afición rojiblanca.
Una afición que, con su enésima demostración de amor por los colores, acabó conquistando a la plantilla, reticente en un principio a proseguir con los saraos coperos. Tanto, que el plan previsto -recepción al equipo en Ayuntamiento y Diputación Foral y recorrido en autobús descubierto por las calles de Bilbo- estuvo en el aire durante algunas horas. De hecho, tras el entrenamiento matinal en Lezama, Markel Susaeta llegaba a calificar de «tontería» el plan, recordando que «no hemos ganado nada». Incluso se supo posteriormente que la plantilla acabó accediendo a participar obligada por el club, aunque consiguió imponer su criterio y no se utilizó el autobús descubierto, sino el oficial del club.
Pero lo que son las cosas, acabaron realizando la mayor parte del recorrido a pie. No hubo problemas de motor, sino de corazón. Concretamente el de los jugadores, que se rindió ante la entrega de los miles de personas que volvieron a echarse a la calle, que merecían algo más que ver pasar un autobús con las lunas tintadas.
La plantilla, de hecho -o al menos buena parte de ella-, acabó contagiándose del ambiente festivo. Los rostros serios con los que la mayoría de los jugadores salieron al balcón del Ayuntamiento acabaron dejando paso hasta a los gritos del «que bote San Mamés».
El homenaje, a la afición
Todos los presentes quisieron dejar claro que, en este caso, los protagonistas eran los aficionados. Lo hizo Iñaki Azkuna en el Ayuntamiento de Bilbo, al subrayar que «el alcalde quiere rendir homenaje a esa afición extraordinaria» y coincidió Fernando García Macua, al destacar que «todos vosotros también sois Athletic».
El presidente rojiblanco admitió ante los invitados presentes en el Consistorio que «los que ahora tenemos el orgullo de representar al Athletic, tenemos un doble sentimiento: el de agradecimiento y el de cierta frustración, por no haber podido saldar la deuda que tenemos desde hace mucho tiempo, trayendo la Copa. Es una frustración tremenda -insistió- y por éso, junto al agradecimiento, os pido perdón. Pero os prometemos que vamos a seguir trabajando con el máximo tesón y os recuerdo que próximamente tendremos la oportunidad de intentar volver a este Ayuntamiento con un título».
Ya en el balcón del Ayuntamiento, donde a algún jugador llegó a escapársele una lagrimilla, llegó el turno del capitán. «Sentimos profundamente no haberos traído la Copa, pero mucho más importante que tener una Copa, es teneros a vosotros. Eskerrik asko gurekin egoteagatik eta aupa Athletic!». Y con ese pequeño discurso de Joseba Etxeberria parecía que iba a acabar el acto, teniendo en cuenta cómo se habían desarrollado los acontecimientos. Pero no. La afición quería más y su equipo no sólo no pudo negarse, sino que acabó contagiado por los «beti zurekin», «que bote San Mamés» o el inevitable «ari, ari, ari, Toquero lehendakari». Así que Caparrós, Toquero, Yeste, Gurpegi o Koikili, entre otros, también cogieron el micrófono para dirigirse a los miles de hinchas que se dieron cita en las inmediaciones del Consistorio bilbaino.
Una multitud que también acompañó al equipo hasta la Diputación Foral donde, definitivamente, se puso punto final a las emociones coperas.
Inimaginable
Pablo Orbaiz reconocía que «ésto no es lo que esperábamos, ni lo que teníamos pensado. Yo creo que ésto nos ha superado a todos y era inimaginable. Si llegamos a saber que ésto era lo que íbamos a encontrar, por supuesto que no habría habido ninguna pega».
«Es increíble -aseguraba Andoni Iraola por su parte-, es algo que sólo puede pasar aquí. Para nosotros supone una satisfacción enorme pero, por otra parte, te hace pensar qué habría sido ésto si hubiéramos ganado y te da más pena no haber podido ganar».
El jugador usurbildarra coincidía, además, con las palabras de Joseba Etxeberria, al admitir que tener una afición como la rojiblanca «es lo más importante que le puede pasar a un club. Y nosotros tenemos la suerte de jugar aquí».
Es probable que más de uno incluso lo haya olvidado, pero la vida sigue adelante y con ella, la Liga, esa otra competición en la que el Athletic aún tiene cosas qué hacer.
Al menos jugar tres partidos. Lo de los buenos resultados parece más complicado teniendo en cuenta el desgaste, sobre todo emocional, que le han supuesto al equipo las últimas jornadas. Afortunadamente, tampoco son imprescindibles, una vez certificada la permanencia matemática con la victoria de la semana pasada frente al Betis.
Precisamente los jugadores que se impusieron al equipo andaluz, aquellos con los que menos viene contando Joaquín Caparrós esta temporada, pudieran tener una nueva opción de reivindicarse en Montjuic. El técnico no ha ofrecido todavía pistas respecto a sus planes -el equipo realizó ayer su primer entrenamiento post-final-, pero todo parece indicar que la mayoría del equipo que se enfrentó al Barcelona se tomará un respiro. Algunos de los titulares de Mestalla -Aitor Ocio, Amorebieta, Koikili, Yeste y Toquero- incluso se retiraron antes del entrenamiento de recuperación que llevaron a cabo ayer en Lezama, por lo que es posible que estén especialmente necesitados de un descanso.
La última sesión semanal -Lezama, 10.30 horas- deberá aclarar definitivamente los planes de Caparrós para el choque ante el Espanyol que, mañana, puede culminar definitivamente el milagro del año. Totalmente desahuciado hace un par de meses, el equipo catalán ha empalmado una racha espectacular a la que puede poner la guinda mañana con la permanencia matemática -le separan cuatro puntos del descenso-, aunque para ello necesita alguna carambola además de su propia victoria
Mauricio Pochettino cuenta para el choque con la baja segura de Nico Pareja, descartado por una microrrotura en el glúteo derecho. El defensa argentino ya venía entrenando por su cuenta a lo largo de la semana por unas molestias, con las que ya incluso disputó el choque ante el Atlético de la semana pasada, y una resonancia magnética ha acabado por confirmar su lesión.
La ausencia de Pareja supone un gran contratiempo para Pochettino, quien deberá recomponer su defensa. El técnico tendrá que echar mano de Marc Torrejón o el exrojiblanco Mari Lacruz, a quienes apenas ha dado minutos desde su llegada. La otra opción pasaría por colocar a Sergio Sánchez en el eje de la defensa.
GARA