Vienen y van
Ines INTXAUSTI
Crítica de televisión
Lejos, muy lejos todavía, de Patxi de los mil días, y sin siquiera haber vencido los primeros tres meses de su mandato, apenas nos hemos apercibido del cambio prometido. Eso ni es bueno ni malo, sino lento. Después de innumerables rumores acerca de los nuevos nombramientos en la casa madre de la televisión vasca hemos sabido de un profesional externo que podría ser el nuevo director de ETB: Alberto Surio. Y, a decir verdad, el hombre aúna una aprobación muy consensuada entre los profesionales, a su vez, internos por lo hablado con amigos y conocidos de(sde) dentro. A los guipuzcoanos les gusta mucho, porque él lo es, según algunas opiniones vertidas en Miramón. Y los vizcaínos lo prefieren por la misma razón: demasiado lobbylbaollywood (o lolailo) hasta ahora en el ente. A mí (que-ni-me-va-ni-me-viene-pero-por-opinar, como Terol) me parecería también muy adecuado que Alberto Surio asumiera el puesto. Surio es un periodista (de) hecho y derecho bien conocido en ETB como comentarista político. Más sorprendente hubiera sido haber sugerido el nombre de Joseba Solozabal por parecidas razones. Por comentar también. Acabar de una vez por todas con los rumores suele ser un ejercicio de limpieza siempre necesario, sano y urgente. Son noticias fundadas, en la mayoría de los casos salvo mínimas excepciones, cuyas fuentes de información no suelen ser las oficiales. Por ejemplo: voy a comprar legumbres a la tienda de ultramarinos de Sanfrancisco y dos señoras discuten acerca de las últimas detenciones del barrio y una de ellas dice que pertenecen a la «macia de Min Laden(sic)». La otra va unos km. más lejos, pero no muchos más, y le contesta «qué va, esos van a salir después del verano para que los de Neguri duerman también tranquilos en temporada alta». Tenemos tantas cosas en común... Uno de los primeros puticlubs de la calle Cortes donde la oligarquía fornicaba a (y con) discreción también se llamaba Neguri. Y hoy son sus hijastros de Negruri quienes les tocan las bolsas (o las vidas) en un ejercicio también de equilibrio natural. Sano urgente y necesario.