Las fuertes tormentas caídas a primera hora de la tarde del domingo, acompañadas de granizo, provocaron importantes daños en los cultivos de la zona de Lodosa, Sartaguda y Sesma, según alertaron ayer los sindicatos EHNE y UAGN.

Jaime Zabaleta se mostraba ayer derrumbado tras apreciar los daños provocados por la granizada en su explotación agrícola ecológica La Torre Verde.

En la víspera volvía de viaje cuando aproximadamente a las cinco y media de la tarde, a escasos tres kilómetros de Lodosa, comenzó a granizar con gran intensidad. «No podía ver la plantación, pero intuía cómo estaba quedando. La granizada fue brutal. Ni los más mayores de la localidad recordaban una así, y lo único que sentía era una gran impotencia, porque no podía hacer nada para evitarlo», admitía.

Ayer dedicaron la jornada a cuantificar los daños. «Hemos calculado que aproximadamente las pérdidas ascienden a 60.000 o 70.000 euros. Hemos perdido una hectárea de lechugas, una hectárea de cebollas, una hectárea y media de tomates y una hectárea de alcachofas», comentaba Zabaleta, al tiempo que afirmaba que nada de lo mencionado han podido salvar. Ahora deberán arrancar la cosecha y comenzar a plantar de nuevo, «pero en el caso de la cebolla, por ejemplo, es imposible».

Lo imprevisto de la tormenta hizo además que no les diese tiempo a cerrar las trampillas de ventilación, y por ello incluso han perdido parte del tomate plantado dentro del invernadero.

Ahora, además, les queda por delante lidiar con los seguros. «El tomate lo terminamos de plantar el jueves, el viernes lo aseguramos, pero comentan ahora que el seguro puede tener un periodo de carencia de seis días y que no entra en vigor hasta el miércoles. Habrá que ver...», advertía.

La próxima cosecha

También se quejaba de la actitud de la administración: «Dicen que no pueden declarar la zona de catastrófica, pues que vengan y vean como ha quedado nuestra plantación». A su juicio, las administraciones discriminan el sector primario. «Si una empresa sufre daños en seguida acuden a ayudarle», se quejaba.

Juan Carlos Espinosa, agricultor de Sartaguda, afirmaba que en esta localidad los daños han sido desiguales; «se han visto afectadas una 50 hectáreas». En su caso, el granizo ha dañado la cosecha frutal de este año, «pero no ha dañado los árboles». No así en Lodosa, donde tal y como afirmaban desde EHNE, los frutales y las viñas han sufrido mucho y esto hace peligrar incluso la cosecha del año que viene.

Agricultores como Espinosa afrontan el verano «con mucha incertidumbre» porque, tal y como afirmaba, los frutos están afectados pero los podrán recolectar; «el problema es si los podemos vender y a qué precio».

Otro de los productos afectados es el tan estimado Pimiento del Piquillo de Lodosa, que cuenta con denominación de origen. «Todavía los agricultores están a tiempo de hacer la plantación de nuevo, pero dicen que ahora les será difícil adquirir las plantas», afirmaban desde EHNE. El sindicato insistía ayer en la importancia de tener asegurada la cosecha y criticaba que la administración ha disminuido las ayudas a este área.

Además de en localidades de Lizarraldea, los efectos de las tormentas también fueron importantes en la zona de Irurtzun, aunque en este caso el estado del cereal es más tardío y los daños son por tanto menos cuantiosos en los campos.

El consejero portavoz del Gobierno de Nafarroa, Alberto Catalán, comentó ayer, tras la habitual sesión del Ejecutivo, que, una vez que se conozcan con mayor exactitud los datos registrados a consecuencia de las tormentas, se estudiará la posibilidad de conceder algún tipo de ayuda a los afectados.

Hoy, la consejera de Desarrollo Rural, Begoña Sanzberro, se desplazará a Lodosa para visitar las zonas afectadas.