El presidente somalí, Sharif Sheij Ahmed, pidió ayer ayuda a la comunidad internacional para luchar contra los insurgentes islamistas, «que han invadido el país y quieren convertirlo en otro Irak o Afganistán». Sheij Ahmed, al igual que Estados Unidos, acusa a los insurgentes de tener vínculos con Al-Qaeda. El presidente somalí contó con el apoyo de soldados etíopes para mantenerse en el poder frente a los insurgentes islamistas y es visto con buenos ojos por las principales potencias occidentales.