Un año después, los aficionados que acudan hoy a Mendizorrotza lo harán con la ilusión de poder asistir a un milagro como el que la temporada pasada permitió al Alavés seguir en Segunda. A base de cometer errores, el Deportivo Alavés se encuentra en una situación límite como la de aquel minuto 91 del derbi contra la Real y urge una reacción similar para poder volver a Vigo para cimentar la permanencia en la categoría de plata.

Como en aquellos minutos que ningún aficionado albiazul podrá olvidar, dudar no sirve de nada y los albiazules están obligados a desprenderse de la presión y de comerse a un Huesca que sólo necesita un punto para sellar su salvación. Balaídos vuelve a ser el objetivo, este año para jugarse la vida en un partido mucho más complicado ante el equipo local, pero para ello no se puede desperdiciar ni un solo minuto más.

Con este objetivo, Javi López ha venido escondiendo sus cartas para recibir al equipo oscense. pero todo indica que volverá a jugar con un esquema de dos delanteros en el que Natxo Garro será el sacrificado, para que Igor Martínez tenga su segundo partido consecutivo como titular, pasando Emilio a jugar de pivote junto a Garitano.

Enfrente se encontrará a un Huesca que lleva nueve jornadas sin conocer la victoria, pero que, no obstante no debe pasar ningún apuro para mantenerse. El equipo aragonés contará con las bajas de los dos jóvenes centrales Baltasar Rigo y Paco Borrego y de su máximo goleador Roberto. Su técnico Antonio Calderón tampoco podrá sentarse en el banquillo.