«Apuesto a que la familia Obiang cuadruplica la fortuna de Mobutu»
Doctor en Ciencias de la Educación, Agustín Velloso ejerce actualmente como profesor de educación comparada en la Universidad a distancia, UNED. A sus 48 años, Velloso conoce desde hace años la realidad de Guinea Ecuatorial. Sus crónicas llegan ahora que la AECID ha preferido vetar su trabajo en la antigua colonia española, ya que sus textos eran molestos para el régimen y también para ella.
Aritz INTXUSTA
La Fiscalía Anticorrupción española ha abierto una causa contra el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. Después de que hace quince años descubriera que su país flotaba en un mar de petróleo, Obiang ha aprovechado para convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo. Una de sus herramientas para blanquear su inmensa fortuna, amasada a costa del bienestar de medio millón de ecuatoguineanos, es el estadounidense Banco Riggs. Ahora, un fiscal de Las Palmas investiga unas cuentas abiertas por el Riggs en el Santander, por valor de 19 millones de euros, utilizadas por Obiang y su camarilla de ministros para comprar una serie de viviendas en el Estado español, siempre amable con el dictador, que ha sido invitado de honor del Gobierno de Madrid en varias ocasiones.
¿La investigación de la Fiscalía Anticorrupción implica un cambio de rumbo del Estado hacia la figura de Obiang?
Hasta la fecha lo que la experiencia muestra es que la corrupción de Obiang es de sobra conocida dentro y fuera de España y que el jefe del Estado, los presidentes y sus ministros le reciben sin problema alguno y que el Reino de España mantiene todo tipo de relaciones con la República de Guinea Ecuatorial. España es mundialmente famosa por iniciar actuaciones judiciales contra gobernantes, altos funcionarios civiles y militares que son reconocidos como criminales sin enjuiciar, que luego se quedan en nada. Peor que eso: detrás de cada actuación de un magistrado hay un fiscal o un ministro que a continuación corta aquélla de cualquier manera, incluso tranquilizando a los criminales, asegurándoles que el Gobierno cambiará la ley si es preciso para protegerles, como en el caso de los generales israelíes que ordenan el lanzamiento de bombas contra civiles en Gaza. El daño a las víctimas, a la justicia, a la credibili- dad de la Europa democrática y avanzada es inmenso, pero aún menor que el ridículo que protagonizan.
¿Qué nuevas sorpresas puede revelar la investigación?
La única que cabe esperar es si Obiang duplicará o triplicará la fortuna que robó Mobutu en Zaire. Apuesto a que contando a toda la familia la cuadruplica.
¿Cuál es la responsabilidad de Madrid como antigua metrópoli hacia ese país?
La responsabilidad primera es de Obiang y su entorno, que infringen a diario el código penal completo, la Carta Universal de Derechos Humanos y cualquier ley humana y divina que existe o está por inventar. Al mismo tiempo, en Madrid, en Washington, en París y en Pekín hay responsables políticos y empresariales de la corrupción y los crímenes de Obiang, ya que con sus relaciones políticas, militares y comerciales le mantienen en el poder. No hay gobierno que resista un aislamiento internacional y Obiang lo sabe, por eso vende petróleo a cambio de apoyo -lo que incluye lo que se conoce como cooperación internacional- para sustituir al que le falta entre la población de Guinea Ecuatorial.
¿Hay algo que el Estado español no haya querido ver?
España sabe desde hace años quién es Obiang y qué tipo de Gobierno y negocios tiene. Si lo saben los ecuatoguineanos perseguidos, la ONU y sus instituciones (los relatores de derechos humanos, la OMS, el PNUD...), las pequeñas ONG, los cooperantes, las organizaciones de derechos humanos ¿por qué no habría del saberlo España que tiene en Guinea Ecuatorial embajadores, cónsules, consejeros, asesores, militares, directores generales de exteriores, empresarios, cooperantes, espías y religiosos?
¿Hasta qué punto hace uso Obiang de los fondos del crudo para su disfrute personal?
Desde hace años Obiang hace uso del petróleo, de los bosques, del mar, de la tierra, de los animales, de los seres humanos... de todo lo que alcanza su mano, para su beneficio y el de los suyos. Lo que ocurre es que el crudo se ha convertido en los últimos 15 años en su fuente de ingresos principal por sus ventajas. En el negocio están su familia y allegados, cada uno recibe según su lugar en la jerarquía que encabeza el jefe del clan.
Urdaci, desde que ha sido contratado como relaciones públicas de El Pocero, ha comenzado a defender las «señas hispanas» del régimen de Obiang. ¿Por qué?
Eso es fácil de contestar: se lo pregunta usted a él. La gente se las ingenia para justificar lo que haga falta siempre y cuando se le pague bien por ello. Sólo le puedo responder con otra pregunta: si Teodoro Obiang es comúnmente reconocido como una persona despreciable por decirlo suavemente ¿qué se puede decir de los que hacen dinero comerciando con él, tratando con él, apoyándole y alabándole?
El descubrimiento de petróleo ha sido una maldición para los habitantes de Guinea Ecuatorial, que han visto cómo Obiang ha sido reforzado y es cortejado por multinacionales y gobiernos exranjeros.
El apoyo político, las inversiones, los acuerdos de todo tipo, la cooperación técnica... además de la complicidad en el latrocinio de la riqueza de Guinea Ecuatorial y la opresión del pueblo, son un espaldarazo a Obiang y una patada al pueblo so capa de cooperar con el desarrollo del país.
Gracias a ese petróleo, Guinea Ecuatorial ha subido espectacularmente en el ranking del PIB per cápita, pero una vez más esos fondos se quedan en la camarilla de Obiang.
Hace tiempo que el PIB no indica la riqueza de un país sino la de los que se apropian de ella. El petróleo únicamente vale para hacer inmesamente rico a un puñado de desalmados. Todos podrían vivir bien si no fuera por una codicia sin límites.
¿Busca Obiang nuevos aliados? Recientemente ha visitado Guinea Ecuatorial el rey de Marruecos. La presencia china es cada vez más importante, al igual que en toda África.
Obiang haría negocios hasta conmigo si yo tuviera algo que ofrecerle.